El PRO está siendo vaciado desde adentro, y la responsable tiene nombre y apellido: Patricia Bullrich. Su decisión de afiliarse a La Libertad Avanza no fue solo un gesto individual, sino el disparador de una estampida de dirigentes provinciales que siguen a su jefa política en dirección al partido de Javier Milei.
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Mientras Mauricio Macri intenta sostener un esquema de alianza amplia entre el PRO, LLA y parte de la UCR, Bullrich va por libre y a toda velocidad. En Buenos Aires, el mensaje fue claro: varios legisladores provinciales del PRO firmaron su afiliación al partido libertario, dejando un agujero visible en la estructura del macrismo provincial.
En una reunión con foto incluida, Sebastián Pareja, presidente de LLA en la provincia (hoy senador en uso de licencia), celebró la llegada de los nuevos refuerzos. Florencia Retamoso, Sofía Pomponio, Oriana Colugnatti, Abigail Gómez y Fernando Compagnoni, todos diputados del PRO y afines a Bullrich, oficializaron su pase. “La Libertad Avanza porque cada vez somos más”, lanzó Pareja con tono triunfal.
Lo que antes era una colaboración informal se convirtió ahora en una pertenencia orgánica. Retamoso lo explicó sin vueltas: “Firmé mi afiliación con la convicción de seguir defendiendo el cambio que los argentinos eligieron”. La frase suena a declaración de independencia… del PRO.
Paradójicamente, La Libertad Avanza no gana demasiados escaños nuevos, ya que también viene de sufrir bajas recientes en su bloque. Pero lo simbólicamente potente es quién pierde: el PRO. Los dirigentes que cruzan de vereda no vienen de partidos menores ni de sellos temporales: son parte del corazón político del PRO bonaerense.
La sangría, según se rumorea, no terminó. El "mercado de pases" en la política sigue abierto, y las heridas internas del PRO dejan al partido amarillo más débil y dividido que nunca. En este contexto, los planes de reordenamiento de Macri podrían quedar en jaque si el vaciamiento continúa.
Bullrich avanza. El PRO se achica. Y en la provincia de Buenos Aires, la disputa por el liderazgo del espacio opositor ya tiene un claro perdedor.
