El proyecto de ley, impulsado por el senador de Unión por la Patria Emmanuel González Santalla, ya obtuvo media sanción en el Senado y avanzó con dictamen favorable en las comisiones de Salud y de Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados. Solo resta el paso por una última comisión para que la iniciativa llegue al recinto y pueda ser tratada en las sesiones ordinarias.
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La propuesta legislativa establece que en todas las escuelas primarias, tanto públicas como privadas, el uso de pantallas por parte de los alumnos estará limitado exclusivamente a fines pedagógicos. El objetivo es claro: mejorar la atención durante las clases, reducir la dependencia digital a edades tempranas y promover espacios de juego libre e interacción cara a cara.
“El uso excesivo de pantallas no solo afecta el aprendizaje, sino que también evidencia una falta de acompañamiento adulto”, afirmó González Santalla. Para el senador, esta medida no busca demonizar la tecnología, sino abrir un debate más profundo sobre su impacto en la infancia y el rol de la escuela frente a ese desafío. En esa línea, recordó experiencias como el programa Conectar Igualdad, que promovía un uso pedagógico de la tecnología con intervención docente y equidad en el acceso.
Uno de los argumentos más destacados del proyecto es que el uso irrestricto de dispositivos profundiza las desigualdades dentro del aula. No todos los alumnos acceden a la tecnología de la misma manera, y esa brecha se traduce también en diferencias en el aprendizaje y la participación.
La iniciativa cuenta con el respaldo de expertos en educación, salud mental infantil y desarrollo cognitivo, quienes coinciden en la necesidad de establecer límites al uso de pantallas durante la etapa escolar primaria. Según los especialistas, se trata de una medida preventiva clave para evitar efectos negativos a largo plazo, como la disminución de la concentración, la dependencia digital y el aislamiento social.
De lograr la aprobación final en Diputados, la propuesta podría convertirse en ley en las próximas semanas, marcando un precedente importante en la regulación del uso de tecnología dentro del sistema educativo provincial.
