Una escena insólita y preocupante se vivió este sábado en la Escuela Primaria N°72, en la intersección de las calles 137 y 86, donde tres niños de entre 10 y 12 años fueron sorprendidos en pleno intento de robo.
Gracias al monitoreo constante del sistema de cámaras de seguridad del municipio, se detectaron movimientos sospechosos en el edificio. Rápidamente, se desplegó un operativo policial que permitió interceptar a los menores antes de que consumaran el ilícito. Lo que parecía una travesura terminó revelando un trasfondo más inquietante: la temprana exposición de los niños a contextos de vulnerabilidad y delito.
La escena dejó una estela de preguntas abiertas. ¿Qué impulsa a chicos tan jóvenes a escalar una escuela en busca de objetos para robar? ¿Qué redes, qué necesidades, qué ausencias los empujan a este tipo de acciones? Mientras las autoridades evalúan los pasos a seguir, la comunidad educativa y los vecinos observan con preocupación una realidad que duele: la infancia, en muchos casos, ya no tiene tiempo de serlo.
