Después de más de cuatro décadas ininterrumpidas de creatividad, trabajo artesanal y fuerte identidad platense, el histórico grupo Gaam Drako confirmó que su regreso a la quema de muñecos de Fin de Año podría convertirse también en una despedida definitiva. La decisión fue comunicada por integrantes del grupo y generó una fuerte carga emocional en la previa de una de las tradiciones más emblemáticas de la ciudad.
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La confirmación llegó de la mano de Víctor Sochanowicz, uno de los referentes del colectivo, quien sintetizó el momento con una frase contundente: “Es un regreso y una despedida”. El grupo, cuya trayectoria comenzó en 1983, vuelve este año tras tres ediciones sin participar, pero con el desgaste acumulado de años de esfuerzo sostenido.
La obra de este año llevará el nombre “Yo, custodio del tiempo” y será la creación número 40 del grupo. El muñeco tendrá nueve metros de altura, contará con movimiento mecánico, voz propia y una estructura diseñada para generar impacto visual y emocional. La propuesta busca reflexionar sobre los ciclos, el paso de los años y los vínculos construidos a lo largo del tiempo.
La escena incluirá figuras cargadas de simbolismo: una mujer que representa la tradición, relojes que marcan tiempos y contratiempos, personas colgando del muñeco como expresión de las tensiones humanas y ángeles sin rostro rodeando árboles, en alusión a lo longevo. Además, la obra incorporará un homenaje a Kim Gómez, la nena asesinada en un asalto en la zona de 25 y 72, sumando un mensaje de memoria y sensibilidad social.
Desde el grupo explicaron que sostener este tipo de proyectos implica un enorme esfuerzo personal y económico. Jornadas nocturnas, resignación de tiempo familiar y una inversión cada vez mayor fueron factores clave en la decisión. Aun así, dejaron abierta una puerta: “El Drako es como el ave fénix. Se quema y vuelve”, deslizaron, sin descartar un eventual regreso futuro.
El cierre, como cada año, será con pirotecnia responsable, priorizando efectos lumínicos y sin estruendos, una línea que el grupo sostiene desde hace más de una década. Así, Gaam Drako se prepara para una despedida que promete ser tan emotiva como inolvidable, dejando una huella imborrable en la historia cultural de La Plata.
