Este domingo, el gobernador Axel Kicillof encabezó en Burzaco la inauguración del Viaducto Papa Francisco, una obra vial de más de 1.200 metros sobre la Ruta 4 que promete mejorar significativamente el tránsito en una de las zonas productivas más activas del conurbano bonaerense. Pero el acto fue mucho más que una celebración de infraestructura: se convirtió en una fuerte tribuna política desde la que Kicillof apuntó directamente contra el presidente Javier Milei.
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Frente a funcionarios provinciales, representantes del sector industrial y vecinos, el gobernador bonaerense no se quedó en el tono institucional. Tras destacar que la obra “va a transformar la conectividad y la seguridad en una de las zonas productivas más importantes del conurbano”, Kicillof cargó contra la gestión nacional:
“Dicen que no hay plata. Es mentira. Acaban de pedir 20 mil millones de dólares al FMI, pero ni un dólar va a viviendas, ni a educación, ni a obra pública”.
Con estadísticas en mano, visibilizó el desequilibrio fiscal que golpea a Buenos Aires:
“De cada 100 pesos que se recaudan, 40 los aporta la provincia, pero sólo vuelven siete. El resto lo usan para sostener la timba financiera y la especulación”.
El mensaje fue directo, sin filtros y con un tono electoral claro:
“Los recursos que salen del pueblo tienen que volver al pueblo. Ni a la timba, ni a la criptomoneda, ni a Wall Street. Cuando vayamos a las elecciones, también vamos a decirle a Milei: devolvé lo que le corresponde a la Provincia”.
Kicillof también cuestionó el accionar represivo del gobierno nacional y el incumplimiento de derechos garantizados por la Constitución:
“El Estado está para garantizar derechos, no para reprimir sueños. Que Milei agarre la Constitución y lea para qué está un presidente”.
La obra del viaducto, paralizada por la Nación desde diciembre de 2023, fue retomada y concluida con fondos y gestión del gobierno bonaerense. Su nombre no fue casual: Papa Francisco fue la opción más votada en una convocatoria impulsada por el municipio de Almirante Brown, en la que participaron más de 9.100 personas. El pontífice argentino obtuvo más del 50% de los votos, superando a las otras tres propuestas: Malvinas Argentinas, Patria Grande y De la producción y el trabajo.
Sobre el cierre del acto, Kicillof vinculó el símbolo del puente con una crítica punzante:
“Este puente une localidades, trabajadores, empresarios, producción y consumo. Por eso se llama Papa Francisco, te guste o no te guste, Milei”.
Así, lo que comenzó como la inauguración de una obra pública se convirtió en un escenario de confrontación política, donde el gobernador dejó en claro que no está dispuesto a quedarse callado frente al ajuste, y que el puente recién inaugurado también busca tender otro tipo de conexión: con una ciudadanía que, según él, no ve reflejado su esfuerzo en las decisiones del Gobierno nacional.
