El Gobierno nacional confirmó ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) que, una vez superadas las elecciones legislativas de 2025, avanzará con una reforma en el esquema de subsidios a las tarifas de electricidad y gas. El objetivo es acelerar el ajuste fiscal y reducir el gasto público, en línea con los compromisos asumidos con el organismo internacional.
Adiós a la segmentación actual
Desde 2022, los subsidios energéticos en Argentina se distribuyen según un sistema de segmentación que clasifica a los usuarios en tres niveles:
N1: ingresos altos (sin subsidio)
N2: ingresos bajos (subsidio pleno)
N3: ingresos medios (subsidio parcial)
Sin embargo, esta estructura será reemplazada por un modelo más simple: solo habrá dos categorías de usuarios. Por un lado, aquellos que reciban una tarifa social con subsidio, y por otro, los que abonen el costo total del servicio sin asistencia estatal. Esta modalidad remite al esquema aplicado durante la gestión de Mauricio Macri entre 2016 y 2019. Datos actuales del sistema de subsidios Durante la presentación del informe de gestión del Gobierno en el Congreso, el jefe de Gabinete Guillermo Francos reveló cifras actualizadas sobre la cobertura de subsidios energéticos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA): Electricidad: Más de 2,8 millones de usuarios tienen tarifas subsidiadas.
De ese total, 1.972.865 pertenecen al nivel N2 (bajos ingresos) y 1.139.825 al nivel N3 (ingresos medios). Aproximadamente 2,3 millones pagan la tarifa plena sin subsidio. Gas natural: Según datos del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), 2.220.005 usuarios reciben algún tipo de subvención en el AMBA. Hacia una nueva política tarifaria La Secretaría de Energía será la encargada de implementar el nuevo esquema, que busca reducir el alcance de los subsidios para que solo lleguen a los sectores más vulnerables. El rediseño apunta a simplificar el sistema, mejorar la eficiencia del gasto público y cumplir con las metas pactadas con el FMI.
