El Gobierno de la provincia de Buenos Aires dio un paso clave en la transformación estructural del sistema hidráulico de Bahía Blanca al definir el diseño final del nuevo canal Maldonado. La obra, impulsada por el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, representa una respuesta concreta a un problema histórico y urgente: el deterioro extremo de una infraestructura clave para mitigar el riesgo hídrico en la ciudad.
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Tras un proceso técnico riguroso y participativo, en el que se evaluaron cinco alternativas de sección, el Consejo Asesor del Plan Hidráulico —integrado por el Ministerio, el municipio, especialistas hídricos e instituciones locales— eligió el proyecto número 5. Esta opción se destacó por su mayor eficiencia hidráulica, menor costo relativo y baja afectación al entorno urbano, al tiempo que garantiza una mejora sustancial en la capacidad de conducción del canal.
El diagnóstico que motivó la intervención fue contundente: el canal actual presenta el 40% de su revestimiento destruido y su capacidad de transporte está reducida al 60%. En ese contexto, cualquier crecida del arroyo Napostá representa un riesgo de colapso. Por eso, el gobierno provincial priorizó esta obra dentro de un plan más amplio de mitigación y adecuación hídrica, con visión de mediano y largo plazo.
El nuevo canal triplicará la capacidad actual de evacuación de agua, pasando de los 300 m³/s a 900 m³/s. Para ello, se ampliará de forma significativa su sección: la parte superior se ensanchará de 19 a 26 metros (3,50 m por lado), mientras que el fondo pasará de 12 a 21 metros (4,50 m por lado), manteniendo una profundidad de 3,60 metros. Además, los laterales tendrán una pendiente más pronunciada y un tramo vertical final de un metro, a la altura de las veredas.
El diseño incorpora criterios de seguridad urbana. Al quedar los bordes del canal al nivel de la vereda, el Consejo Asesor recomendó construir un murete de hormigón de 40 centímetros como baranda de protección. Esta solución no solo evita accidentes, sino que también actúa como contención estructural.
La Dirección Provincial de Hidráulica, dependiente de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, ya definió las primeras seis etapas del proyecto, que contemplan la construcción de 16 nuevos puentes. La inversión inicial será de 109 mil millones de pesos, dentro de un plan integral de más de 113.500 millones que contempla intervenciones a corto, mediano y largo plazo.
Con esta obra, el gobierno de Axel Kicillof reafirma su compromiso con el desarrollo urbano sustentable, la prevención del riesgo hídrico y la planificación territorial con mirada social. Donde otros desinvierten y recortan, la Provincia apuesta a resolver problemas estructurales con inversión pública, ciencia y consenso institucional.
