El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, realizó un fuerte análisis político en el que advirtió que la Argentina atraviesa “un momento de mucha gravedad”. En una entrevista con CNN Radio, planteó que la dirigencia opositora debía “poner el cuerpo” frente a lo que consideró un escenario de riesgo para la democracia y la soberanía nacional.
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Kicillof cuestionó con dureza al presidente Javier Milei, a quien acusó de gobernar “a fuerza de vetos y decretos” y de “insultar a las instituciones cuando no se someten a su voluntad”. También apuntó contra los legisladores oficialistas, que —según dijo— “son considerados héroes sólo cuando coinciden con el Presidente”. En su visión, este modo de ejercer el poder debilita la vida institucional y concentra las decisiones en el Ejecutivo.
El mandatario bonaerense explicó que había evaluado la posibilidad de ser candidato testimonial en las elecciones legislativas de este año. “Me ofrecieron y lo pensé seriamente porque la situación es muy compleja”, reconoció. Finalmente, decidió no postularse, aunque aseguró que “hizo la campaña como si lo fuera”, convencido de que lo que estaba en juego “no era un cargo, sino la defensa del país”.
Otro de los tramos más críticos de la entrevista estuvo vinculado a la política exterior. Kicillof calificó la estrategia internacional del Gobierno nacional como “un mamarracho” y “un desastre”, advirtiendo que coloca a la Argentina en una posición vulnerable. “Se expone al país a conflictos bélicos innecesarios y se pone en riesgo la soberanía, incluso la de Malvinas”, afirmó. Según el gobernador, la orientación diplomática adoptada por Milei generó ya amenazas externas y deja al país aislado en organismos multilaterales.
Kicillof también exigió explicaciones sobre los recientes casos de presunta corrupción que salpican al oficialismo. Hizo referencia a los audios del exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, y a los vínculos de funcionarios cercanos a Milei con la droguería Suizo Argentina. En paralelo, cuestionó el episodio de la criptoestafa $Libra, en la que —según denuncias— se habrían visto involucrados dirigentes muy cercanos al Presidente y a su hermana, Karina Milei. “Se vienen acumulando hechos muy escandalosos y no alcanza con negarlos: hay que explicarlos en la Justicia”, remarcó.
El gobernador incluso deslizó la posibilidad de que algunas de estas denuncias respondan a un “fuego amigo” dentro del propio oficialismo, al recordar los rumores sobre bolsos y valijas denunciados por funcionarios internos. “Cuando aparecen estos hechos, que vienen de adentro, hay una verosimilitud que no se puede ignorar”, agregó.
En su repaso, Kicillof cuestionó también la actitud del Gobierno al minimizar las críticas y exaltarse en elogios hacia sí mismo. “Cuando uno tiene que hacerse autobombo es porque los demás no ven lo mismo. Si no, no hace falta”, ironizó. Y apuntó que “la transparencia no se declama, se ejerce en los hechos”.
Finalmente, Kicillof concluyó con una frase tajante sobre el discurso oficialista: “Hablando de transparencia, dime de qué presumes y te diré de qué careces”.
