El Gobierno de Milei dio un paso más para privatizar CineAR, la plataforma pública que desde 2015 permite acceder a cientos de películas nacionales.
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Creada por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, CineAR se había convertido en una de las pocas opciones de cine argentino gratuito para el público.
Este jueves, el organismo encargado de la plataforma anunció que sigue con el proceso de privatización, asegurando que con esto se logrará un “ahorro de 330 mil dólares anuales”.
Según el comunicado, el dinero proviene de salarios y gastos operativos. Pero con esas cifras, lo que realmente se pone en juego es mucho más que el ahorro de un par de millones.
CineAR va camino a la privatización: ¿El cine argentino pierde su espacio?
La plataforma de video a demanda gratuita, que ya tiene más de dos millones de usuarios, viene siendo una herramienta clave para que el cine nacional llegue al público.
Pero el anuncio dejó más preguntas que respuestas: no dijeron qué pasará con el catálogo de películas nacionales que tiene la plataforma ni qué va a pasar con los empleados que trabajan ahí.
Lo peor es que el cambio ya comenzó. Desde marzo, CineAR dejó de depender del INCAA y pasó a estar bajo el control de Contenidos Artísticos e Informativos Sociedad Anónima Unipersonal, una empresa estatal vinculada a la Secretaría de Comunicación y Medios de Manuel Adorni.
Esto no es más que el primer paso. La privatización total está cada vez más cerca y, con ella, el futuro incierto de la plataforma y el cine argentino.
La excusa del “ahorro” suena a un intento de tapar lo que está pasando. El Gobierno habla de eficiencia y reducción del gasto, pero en realidad, no se ocupa de lo que importa: la cultura. Cada vez hay menos apoyo al cine nacional.
En lugar de seguir fomentando el acceso gratuito, le está dando espacio a los intereses privados, que van a hacer todo lo contrario: limitar el acceso.
