El Gobierno nacional volvió a poner sobre la mesa una reforma electoral que apunta a modificar el sistema vigente antes de las elecciones presidenciales de 2027.
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En la Casa Rosada aseguran que el objetivo es “ordenar” el proceso y reducir costos, aprovechando que 2026 será un año sin votaciones.
Una de las propuestas centrales es impulsar la Boleta Única de Papel en todo el país. Hoy solo rige en algunas provincias, pero el oficialismo quiere aplicarla tanto en comicios nacionales como provinciales.
Reforma electoral: el oficialismo acelera su proyecto para el próximo año
Según explican, la idea es que el sistema sea más simple para los votantes y que haya reglas más parejas.
Dentro del proyecto también se analiza sumar un casillero para marcar “lista completa”, algo que, según el Gobierno, evitaría confusiones a la hora de elegir categoría por categoría.
En paralelo, volvió a tomar fuerza el debate por la eliminación de las PASO. Para el Ejecutivo, las primarias dejaron de cumplir su función y representan un gasto que los partidos deberían asumir internamente.
Sin embargo, dentro del propio oficialismo hay sectores que reconocen que las PASO ordenan las internas y que quitarlas podría generar tensiones.
La discusión se enmarca en una propuesta más amplia sobre el financiamiento político. El Gobierno quiere modificar los límites de los aportes privados, revisar el gasto de campaña y reducir la intervención estatal en la pauta electoral.
También busca reemplazar el actual sistema de topes por un módulo electoral que permita una regulación más flexible.
Las conversaciones recién empiezan, pero en el Gobierno saben que necesitarán apoyo político para avanzar. Por eso planean llevar el debate a la opinión pública, conscientes de que muchos gobernadores resistirán los cambios.