Este miércoles, el gobierno de Javier Milei vivió una jornada bochornosa en la Cámara de Diputados. Lo que pretendía ser otra demostración de fuerza libertaria terminó en una derrota aplastante, con una sucesión de votaciones que dejaron al oficialismo aislado, superado y desorientado. La oposición logró avanzar en varios frentes con mayorías abrumadoras, desnudando no solo la debilidad política de La Libertad Avanza, sino también el creciente hartazgo del resto del arco parlamentario frente al caos institucional promovido por el Ejecutivo.
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Por amplia mayoría, la Cámara emplazó a las comisiones que deben dictaminar los proyectos sobre ATN e Impuesto a los Combustibles, ambas iniciativas impulsadas por los gobernadores y ya aprobadas en el Senado. El gobierno intentó frenar la sesión, pero fracasó. Cerca de dos tercios de los diputados presentes (159 votos contra 65) decidieron que el próximo miércoles esos proyectos quedarán listos para ser aprobados en el recinto.
Pero eso fue apenas el comienzo. En una decisión de fuerte contenido simbólico, el Congreso también declaró la emergencia pediátrica por el brutal ajuste que afecta al Hospital Garrahan. La iniciativa fue apoyada por el peronismo, los radicales que responden a Facundo Manes, la Coalición Cívica, el bloque de Pichetto y varios espacios provinciales. Una respuesta clara frente a un gobierno que se muestra insensible ante el colapso del sistema de salud infantil.
A eso se sumó un golpe institucional que dejó en jaque a Martín Menem. La oposición forzó el tratamiento de un nuevo proyecto que busca modificar la conformación de la comisión investigadora del caso Libra. El objetivo: impedir que el oficialismo y el PRO maniobren para trabar la designación de autoridades y garantizar que el bloque con mayor volumen legislativo quede al frente.
Ya entrada la noche, la situación del oficialismo empeoró aún más. Diputados de Unión por la Patria, el radicalismo disidente, los pichettistas y la izquierda rechazaron los decretos delegados que la ley Bases había otorgado a Milei. Se votó artículo por artículo. Cayeron las modificaciones al INTI, al INTA, a los organismos de Cultura, al Banco Nacional de Datos Genéticos y a la Marina Mercante.
Y como frutilla del postre, se rechazó también el DNU que pretendía eliminar Vialidad Nacional. 138 votos contra 65. Una derrota total. El Congreso le puso freno al plan libertario de despedir trabajadores y poner en riesgo millones de vidas.
Una jornada legislativa que deja una conclusión inapelable: el Congreso, aún con sus diferencias internas, ya no está dispuesto a ser cómplice del delirio autoritario de Javier Milei.
