La conectividad entre los municipios de Quilmes y Florencio Varela con la Ciudad de Buenos Aires continúa fuertemente afectada debido a la paralización total de la línea 148, operada por la empresa El Nuevo Halcón. La medida de fuerza, iniciada durante la jornada del 24 de diciembre, responde al incumplimiento en el pago de salarios, viáticos y el aguinaldo correspondiente al cierre del año. A pesar de que en las últimas horas la compañía realizó un desembolso para cubrir los sueldos atrasados, la protesta persiste debido a que aún se adeudan conceptos centrales para la economía de los trabajadores, quienes decidieron mantener el cese de actividades por tiempo indeterminado ante una situación que calificaron como "insostenible".
Te puede interesar
Aunque el pago de los haberes mensuales fue interpretada como un primer gesto por parte de la patronal, los choferes advirtieron que la normalización del servicio está supeditada a la cancelación total de la deuda. Voceros vinculados al sector confirmaron que "pagaron lo que faltaba de sueldos, pero siguen debiendo viáticos y el aguinaldo completo", remarcando que no existen certezas sobre el cronograma de pagos para los ítems restantes. Los empleados insisten en que el reclamo no tiene matices políticos y se circunscribe estrictamente al cumplimiento de obligaciones básicas, indispensables para afrontar el contexto económico actual.
Impacto y malestar en los usuarios
La interrupción de este servicio representa un golpe crítico para la movilidad en la zona sur, dado que la línea 148 es un transporte vital que vincula barrios de Florencio Varela —como El Alpino, Villa del Plata, La Capilla y el Cementerio— y la localidad quilmeña de San Francisco Solano con el nodo de Plaza Constitución. La ausencia de unidades dejó a miles de pasajeros sin su principal vía de acceso a centros laborales y de estudio, obligándolos a recurrir a transportes alternativos más costosos o saturados. En redes sociales y paradas, el descontento es evidente, con testimonios de usuarios que denuncian haber perdido jornadas laborales completas tras varios días de inactividad del ramal.
Crisis estructural y falta de respuestas oficiales
Este conflicto no constituye un episodio aislado, ya que representa la sexta medida de fuerza registrada desde el pasado mes de octubre, lo que evidencia una crisis recurrente y profunda en la gestión del transporte público regional. Hasta el momento, El Nuevo Halcón no ha emitido comunicados oficiales que brinden previsibilidad sobre la restitución de los recorridos o la liquidación de las deudas pendientes. Este silencio empresarial, sumado a la firmeza de los choferes en su reclamo, mantiene en vilo a una de las zonas con mayor demanda de transporte del AMBA, exponiendo la fragilidad de un sistema donde la parálisis de una sola línea se transforma en una barrera infranqueable para la actividad cotidiana de los vecinos.