Mientras en la Ciudad de Buenos Aires se celebraban elecciones legislativas, varios ciudadanos intentaron ejercer su derecho al voto... olvidando que también tenían cuentas pendientes con la Justicia. El saldo: dos detenidos con pedido de captura y otros dos notificados por causas penales en curso. La primera detención ocurrió en la Escuela N°9 del barrio de La Boca. Allí, una mujer de 56 años fue identificada por la policía con pedido de captura activo por "defraudación indebida por retención", orden emitida por el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°12. Tras confirmar su identidad, fue detenida por la División Búsqueda de Prófugos.
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Horas más tarde, en un colegio de Villa Lugano, un joven de 20 años también fue arrestado. Tenía un pedido de captura por "homicidio simple" vinculado a un crimen cometido en 2024 en un ajuste de cuentas. La División Homicidios lo detuvo cuando intentaba emitir su voto. Según fuentes judiciales, esta captura permitió cerrar el caso.
Otros dos votantes fueron notificados por causas abiertas
En Nueva Pompeya, un ciudadano extranjero de 44 años fue notificado por una causa por “amenazas”, aunque sin orden de arresto. La notificación fue realizada en el Colegio N°10 "Estanislao Zavaleta".
En San Cristóbal, otro hombre, también de 44 años, fue notificado en la Escuela N°17. Según se informó, había sido condenado previamente a un año y medio de prisión y estaba imputado en una causa solicitada por el Tribunal Oral en lo Criminal N°4.
De la urna al patrullero
El episodio más insólito fue protagonizado por A.M.E., el joven detenido por homicidio. Al momento de su captura, conducía un vehículo robado con patentes falsas y documentación apócrifa, entre ellas un formulario 08 adulterado y una cédula a nombre de una identidad ficticia. Además, ya enfrentaba una causa por encubrimiento agravado, falsificación de documento público y resistencia a la autoridad.
Epílogo: votar no limpia antecedentes
Lo ocurrido en estas elecciones porteñas demuestra que ni el compromiso cívico alcanza para eludir a la Justicia. Para algunos, votar fue literalmente una decisión que los llevó de la mesa electoral al calabozo.
