El programa de gobierno de Javier Milei no tiene lugar para la educación. A los recortes ya conocidos (FONID, salarios bajos a docentes, desinversión en escuelas y universidades) se suma el ajuste en los programas de ayuda a los jóvenes para que puedan estudiar.
El Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina –conocido como Progresar– es uno de los más afectados por las políticas de la administración nacional. Desde su asunción a hoy, el presidente le quitó la beca a 500 mil beneficiarios. Asimismo, en el mismo período, esmeriló el poder adquisitivo un 44%, lo que, en términos presupuestarios, significó un ahorro en la partida real acumulado de casi 90% hasta fin de 2024.
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Estos datos fueron difundidos por el centro CEPA, el cual advirtió que, para este año, lo presupuestado proyecta una reducción adicional de 18% en comparación con 2024, lo cual sugiere que no habrá recuperación del poder adquisitivo y que podría haber nuevos recortes en la cantidad de beneficiarios.
Es que, mientras en 2023 el programa alcanzaba a 1,5 millones de estudiantes, en 2024 apenas llegó al millón. Para 2025, el presupuesto oficial prevé una reducción adicional del 18% en comparación con el año anterior.
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La licuación de las becas Progresar
Progresar fue lanzado hace once años con un objetivo claro: garantizar el acceso y la permanencia en el sistema educativo de jóvenes de entre 18 y 24 años, cuyos hogares perciban ingresos por debajo de un salario mínimo. Con los años, sumó líneas específicas como Progresar Obligatorio (secundario), Superior (carreras terciarias y universitarias) y Trabajo (formación profesional).
Pero a los esfuerzos del inicio, desde diciembre de 2023, el programa fue severamente golpeado. Según CEPA, el congelamiento del monto nominal ($35.000) a lo largo de 2024, en un contexto de inflación récord, derrumbó el valor real de las becas a menos de la mitad de lo que eran en 2023. Si se ajustara a los niveles de 2015, en abril de este año cada beneficiario debería recibir $127.186 mensuales, en lugar de los magros $35.000 actuales.
"El poder adquisitivo de las becas cayó a la mitad del valor registrado en 2023", alertó el informe. La política de Javier Milei, lejos de fortalecer la terminalidad educativa, parece estar orientada a desmantelar los instrumentos estatales que garantizan derechos.
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Las trabas para obtener la beca Progresar
A la licuación del poder adquisitivo se suma otro factor: la implementación de trabas administrativas para el ingreso de nuevos beneficiarios. Apenas asumido, el Gobierno libertario excluyó a miles de jóvenes del sistema por "incumplimiento de requisitos", lo que impactó de lleno en la cobertura.
Aunque el presupuesto 2025 había sido diseñado para alcanzar a 1,5 millones de estudiantes, en 2024 el acceso efectivo fue mucho menor, pese a que la partida asignada nominalmente era mayor. Pero esa aparente mejora se esfumó con la inflación y el congelamiento.