Dos de las exponentes mujeres más representativas de la escena electrónica, Adiel y Sol Ortega, se presentarán juntas en Buenos Aires.
La fecha elegida es el 22 de agosto en Niceto Club.
Las entradas ya están a la venta en Passline en este enlace a $20.000 (sin cargo poor servicio).
“La música siempre ha sido mi brújula.” Así lo define Adiel, DJ y productora italiana, cuya conexión con el ritmo nació en sus primeras experiencias con el dance y los sonidos electrónicos. “Era una mezcla de ritmo y emoción lo que me cautivó.” En ese camino, Goa Club y figuras como Ricardo Villalobos fueron determinantes: “Goa Club me inspiró para convertirme en DJ… Ricardo encendió una chispa dentro de mí.”
Su búsqueda estética parte de un equilibrio entre opuestos: “El secreto consiste en encontrar el equilibrio adecuado: elementos oscuros entrelazados con el groove.” En ese recorrido también resuenan influencias locales: “Marco Carola y Donato Dozzy me inspiran mucho. Donato fue más como un mentor para mí.”
El objetivo no es solo musical: “Crear una experiencia colectiva que resuena profundamente.” Conecta desde un lugar íntimo: “Cierro los ojos casi la mitad del set. No es actuación; es cantar desde lo más auténtico.” Esa autenticidad también se refleja en el proyecto que lidera: “Nos estamos centrando en mostrar talentos innovadores y darle un nuevo imaginario al sello Danza Tribale.” Lo suyo, dice, es “un viaje inmersivo: ritmos que cautivan y momentos que nos unen.” Hoy su impulso sigue intacto: “Estoy emocionada y concentrada, lista para experimentar más y traspasar los límites de mi música.”
Desde el sur, Sol Ortega aporta otra mirada: “Me sentía súper verde… siempre tuve un síndrome del impostor muy grande.” Ese temor casi la aleja de este mundo: “Al momento de decidir si aceptar o no la Boiler Room… casi dije que no. Por suerte lo hice.”
La repercusión fue enorme, y no siempre fácil: “Mucho hate… me di cuenta que muchas de esas cosas eran reales… me hizo crecer.” Aun así, no se arrepiente: “Hoy no estaría acá sin ese Boiler Room. Fue un momento bisagra… entendí que, si quería evolucionar, tenía que bancarme lo malo.”
Su vínculo con la música nace desde la infancia: “La siento desde muy pequeña… a mis 14 años, se volvió aún más fuerte.” Experimentaba con tocadiscos y jugaba a crear: “Escribir canciones y jugar a ser DJ con un tocadiscos de mi padre… me gustaba lo performático y la danza.” Su entorno familiar también fue clave: “Mis raíces y mi entorno fueron clave. El acceso a herramientas gracias a mis padres lo agradezco todos los días.”
Con los pies firmes en su ciudad, reafirma su compromiso con la escena local: “Hago mi carrera en Buenos Aires. Por eso sigo viniendo y volviendo.” Reivindica su pertenencia: “Quedarte afuera y olvidarte… no podés ayudar a tu escena desde afuera. Quiero estar presente en Buenos Aires.” Y concluye con claridad: “Mi equipo y mi comunidad están allá, es más fácil ejecutar todo.”
