|

Entradas David Garrett Argentina Teatro Gran Rex: cuándo y dónde comprarlas

El "Millennium Symphony World Tour 2025" desembarcará en suelo argentino este año para traernos a uno de los violinistas más aclamados de la actualidad.

Jueves, 03 de julio de 2025 a las 13 25

Por Cristopher Martínez

Jueves, 03 de julio de 2025 a las 13:25

El violinista David Garrett anuncia que regresa a la Argentina en el marco de su tour internacional "Millennium Symphony World Tour 2025".

El músico se presentará el 28 de noviembre en el Teatro Gran Rex.

Las entradas tendrán una preventa BBVA Mastercard que comenzará el 7 de julio a las 12 del mediodía y la venta general comenzará el 8 de julio a las 12 horas. Todo únicamente en la web de Tu Entrada,

 

Desde los cuatro años, cuando imitó a su hermano y agarró un violín por primera vez, su vida estuvo marcada por una conexión profunda con la música. “Empecé el violín a los cuatro años. Mi hermano ya tomaba clases y yo quería hacer lo que él hacía. A mis padres les parecía tierno.” Lo que empezó como un juego se convirtió rápidamente en una vocación: “Cuando era chica, me encantaba tocar. Nunca lo vi como un trabajo. Creo que eso es muy importante para un niño: disfrutar lo que hace.”

A los siete ya había tomado una decisión muy importante para su edad: “Decidí que quería ser solista. Fue realmente una idea mía, no de mis padres.” La frase no es menor: su camino no fue guiado por imposiciones sino por un deseo nato. “Hay que tener cierta obsesión con la música para tener éxito. No alcanza con ser bueno: tenés que vivirla.

Entre disciplina extrema, rock y sensibilidad: la violinista que desafía los géneros

Hoy practica entre “cuatro y cinco horas al día, pero no las cuento. Es parte de mi vida, como comer o dormir”, y encara cada presentación como si fuera única. “Cada vez que subo al escenario intento mejorar”, afirma. Pese al perfeccionismo, convive con los nervios: “El miedo al escenario nunca desaparece del todo. Pero esa adrenalina me ayuda a concentrarme.” Cuando algo no sale como esperaba, no se hace mucho drama: “Si un concierto sale mal, no es el fin del mundo. Lo importante es dar lo mejor de uno mismo y que el público lo sienta de verdad.

Su admiración por los clásicos sigue viva. “Bach es genialidad. Beethoven es poder. Tchaikovsky es corazón.” Pero su enfoque es siempre emocional: “La música es comunicación. Quiero que la gente sienta algo. No se trata de impresionar, sino de expresar.

La raíz de esa exigencia viene de su infancia. “Mi padre era un hombre muy estricto. Cuando era chico, pensaba que me odiaba.” Practicaba hasta siete horas diarias y no tenía vida social. “No tuve una infancia normal. No iba a fiestas. No tenía amigos.” Sin embargo, hoy comprende el trasfondo. “Creo que mi padre quería lo mejor para mí, pero tenía una forma extraña de demostrarlo.” Reconoce que fue clave: “Entiendo que sin disciplina, el talento no llega a ningún lado. No lo culpo. Estoy orgullosa de lo que logré, y sé que él también lo está.

A los 17 llegó el punto de inflexión. “Cuando fui a estudiar a la Juilliard School en Nueva York fue la primera vez que me sentí libre.” Escuchó rock, se dejó crecer el pelo, descubrió clubes. “Descubrí quién era.” Hoy, su identidad es amplia: “Todavía amo la música clásica, pero también amo a Metallica. No creo que haya contradicción.

Explorar géneros es algo que disfruta mucho de manera auténtica. “Cuando toco piezas crossover, no intento ser cool. Solo soy sincera.” “Quiero que la música clásica sea accesible. Quiero que los jóvenes sientan que también les pertenece.” Y concluye con una declaración que resume todo: “Si logro que aunque sea un solo chico se acerque a la música clásica con lo que hago, vale la pena.

Últimas noticias