El mundo del rock se volvió a llenar de tristeza tras confirmarse la muerte de Sam Rivers, bajista y miembro fundador de Limp Bizkit, a los 48 años. La noticia fue compartida por la banda a través de sus redes sociales, con un mensaje cargado de emoción y gratitud: “Sam Rivers no era solo nuestro bajista: era pura magia. El pulso debajo de cada canción, la calma en el caos, el alma en el sonido.”
Según informó La Tercera, la familia confirmó que Rivers murió tras una larga batalla contra el cáncer, aunque no se dieron detalles sobre el tipo ni las circunstancias exactas de su fallecimiento. En 2024, el músico había sido visto usando una remera con la frase “Fuck cancer”. La banda esperó hasta la noche del sábado para hacer público el anuncio, acompañándolo con una serie de imágenes y recuerdos de su trayectoria junto a Fred Durst, John Otto, Wes Borland y DJ Lethal.
Los integrantes del grupo lo recordaron con palabras que muestran la profunda huella que dejó: “Desde la primera nota que tocamos juntos, Sam trajo una luz y un ritmo que nunca podrán ser reemplazados. Su talento era natural, su presencia inolvidable y su corazón enorme.” Y agregaron: “Fue una persona única en la vida. Una verdadera leyenda de leyendas. Su espíritu vivirá para siempre en cada groove, en cada escenario, en cada recuerdo. Te amamos, Sam. Siempre te llevaremos con nosotros. Descansá en paz, hermano. Tu música no termina nunca.”
Nacido en Jacksonville, Florida, Sam Rivers fundó Limp Bizkit junto a Fred Durst en 1994. Desde los comienzos, su bajo fue el corazón del sonido nu-metal que marcó a toda una generación a fines de los ‘90. Con su fusión explosiva de rap y metal, la banda alcanzó fama mundial con discos como Significant Other (1999) y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000), vendiendo más de 40 millones de álbumes en todo el mundo.
Rivers no solament fue el motor musical de Limp Bizkit, también fue un ejemplo de lucha y recuperación. En 2015 se había alejado de la banda debido a una enfermedad hepática grave provocada por el consumo excesivo de alcohol. En ese momento explicó: “Tuve una enfermedad en el hígado por beber demasiado... Dejé el alcohol e hice todo lo que los médicos me indicaron. Recibí un tratamiento y un trasplante de hígado que fue una combinación perfecta.” Después de su recuperación, volvió al grupo en 2018.
El legado de un músico irrepetible
A lo largo de su carrera, Sam Rivers fue uno de los pilares creativos de la banda, una figura tranquila pero poderosa en el escenario. Su estilo, profundo con groove fue clave para el sonido que definió a Limp Bizkit y al nu-metal/rap-rock de fines de los ‘90 y comienzos de los 2000.
El último proyecto en el que participó fue la gira “Loserville Tour”, que incluía una presentación en Argentina prevista para diciembre de 2025. Días antes de su muerte, había compartido un video anunciando una futura fecha del grupo en República Checa, lo que demuestra que continuaba activo y con planes a futuro.
