Este martes, había gran expectativa por las calificaciones del Morgan Stanley Capital International (MSCI), una fima global de información financiera que elabora índices bursátiles para todos los países del mundo, en donde la Argentina quedó excluido de las consideraciones para mejorar su perfil.
El MSCI, mantuvo a nuestro país como un mercado "standalone", lo que significa que el país continúa excluido de los índices compuestos de “mercados frontera” y “emergentes”. Vale destacar que Argentina se mantiene en esta situación desde el año 2021, cuando se había reforzado los controles del mercado de cambios.
De acuerdo a la mencionada calificadora. Argentina todavía no cumple con los criterios mínimos en términos de liquidez, acceso al mercado y marco regulatorio, condiciones necesarias para una eventual mejora de estatus.
En su informe subraya que “no existe un mercado cambiario offshore eficiente” y que, si bien en abril el Banco Central levantó algunas restricciones (como permitir la repatriación de dividendos obtenidos desde enero de 2025), persisten obstáculos que afectan la operativa de los inversores institucionales del exterior.
En la sección dedicada al “Nivel de restricción al flujo de capitales”, remarcó que los controles cambiarios implementados en septiembre de 2019 impidieron a los inversores internacionales operar en el mercado de renta variable argentino, lo que generó inquietudes sobre la posibilidad de repatriar fondos.
Qué es el índice MSCI
El índice MSCI Argentina refleja el desempeño del segmento de acciones de mediana y gran capitalización del mercado bursátil local. Actualmente lo integran 18 títulos que, en conjunto, representan cerca del 85% del universo ponderado de acciones del país. Este índice se utiliza como referencia para evaluar la evolución de las inversiones en el mercado argentino y es replicado por diversos fondos de inversión.
MSCI divide a los países en tres grandes categorías: desarrollados, emergentes y frontera. Aquellos que no logran cumplir los requisitos básicos en cuanto a liquidez, acceso operativo y entorno normativo quedan clasificados como “standalone”, una suerte de limbo financiero. Así lo explican desde Guardian Capital: “Es una forma elegante de decir que sos tan particular que no hay con quién compararte”.
Esto impacta en que otros índices para inversores institucionales no incluyan acciones de ese país para realizar inversiones, lo que redunda en un menor ingreso de flujos institucionales y una percepción de riesgo más elevada.
Esta calificación cayó como un balde de agua fría dentro del Gobierno, sobre todo del ministerio de Economía, en donde había otras expectativas.