Noviembre comenzó con la oficialización de los aumentos en las tarifas de luz y gas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) de parte del Gobierno. A esto se suma un cambio en la medición del consumo eléctrico: los usuarios de la categoría de "pequeñas demandas" -hogares y pequeños comercios-, que pasará de un esquema bimestral a uno mensual.
Según las resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, la suba será de 3,6% para los usuarios de Edenor y de 3,53% para los de Edesur, respecto de octubre. El ajuste se aplica a los hogares comprendidos en los tres niveles del esquema de segmentación (N1, N2 y N3), así como a comercios, industrias, clubes de barrio, entidades de bien público y usuarios-generadores.
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El nuevo cuadro tarifario se compone de varios elementos: el Precio de Referencia de la Potencia (POTREF), el Precio Estabilizado de la Energía (PEE) y el Precio Estacional de Transporte (PET), todos definidos por la Secretaría de Energía para el período noviembre 2025-abril 2026.
Mientras tanto, se mantiene la segmentación de usuarios residenciales con tres niveles: Nivel 1 (sin subsidio), Nivel 2 (menores ingresos) y Nivel 3 (ingresos medios). Para los usuarios de los dos últimos grupos, se aplicarán bonificaciones y topes de consumo definidos por la Secretaría de Energía.
En el marco de la emergencia energética declarada en 2023, el Gobierno "estima imperioso continuar con la corrección de los precios relativos de la economía, entre los cuales se encuentran los precios y tarifas concernientes a los sectores de gas natural y energía eléctrica".
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Cambios en la medición eléctrica: Edenor y Edesur pasarán a lectura mensual
Además, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) resolvió autorizar a ambas empresas a modificar el sistema de lectura de medidores para los usuarios de la categoría Tarifa 1 - Pequeñas Demandas, permitiendo que la medición y la facturación de consumos eléctricos pasen de un esquema bimestral a uno mensual.
Las empresas argumentaron que el régimen vigente generaba “confusión” porque había un desfase entre el consumo real y la fecha de facturación. Con la lectura mensual, señalaron, los usuarios podrán recibir una señal más clara sobre su uso de energía, controlar mejor el gasto y planificar sus pagos con mayor previsibilidad.
El ENRE indicó que la implementación debe iniciarse dentro de los 30 días corridos y que se establecerá un período de transición para adaptar a todos los usuarios.
Implementación del nuevo esquema y transición
El organismo regulador, conducido por Néstor Marcelo Lamboglia, evaluó los aspectos técnicos de la propuesta y consideró que la medida redundará “en beneficios para los usuarios”, ya que acortará los plazos entre consumo y pago, brindando mayor transparencia al sistema.
Las distribuidoras tendrán 30 días para iniciar la implementación del nuevo esquema y deberán presentar un cronograma detallado con los cambios operativos y los modelos de facturación. Durante la etapa de transición, podrán prorratear saldos pendientes en al menos dos facturas mensuales y deberán ofrecer planes de pago sin interés, sin aplicar cortes por deudas derivadas del cambio de modalidad.
La medida también se enmarca en el proceso de modernización del sistema eléctrico, ya que la lectura mensual es compatible con la futura incorporación de medidores inteligentes, que permitirán monitorear el consumo en tiempo real y mejorar la eficiencia del servicio.