Las facturas de gas y electricidad continúan ajustándose mensualmente en función del índice inflacionario que brinda el INDEC. El resultado de este mecanismo, sumado al continuo recorte de subsidios, se traduce en un incremento promedio del 2,8% en las tarifas de diciembre para luz y gas.
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La Secretaría de Energía confirmó que los nuevos valores para el último mes del año fueron establecidos mediante resoluciones emitidas por el ENARGAS (Ente Nacional Regulador del Gas) y el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad). Específicamente, las resoluciones 797/2025 y 798/2025, publicadas este lunes 1 de diciembre, detallan que las alzas afectarán a usuarios de los segmentos residencial, comercial e industrial.
Detalle de los aumentos
Fuentes oficiales indicaron que el porcentaje de las subas entra en vigencia inmediatamente. Este incremento afecta particularmente a los sectores asalariados que perciben actualizaciones salariales muy por debajo de ese porcentaje, así como a los jubilados de la mínima, cuyos ingresos reales continúan deteriorándose dado que el bono compensatorio no se actualiza por inflación sino que está congelado hace meses y meses.
Para la distribuidora Edesur, el ENRE aprobó un aumento del 1,86% en el Costo Propio de Distribución (CPD). Este porcentaje surge de la aplicación del ajuste mensual previsto en la revisión quinquenal y de la corrección inflacionaria vinculada a los índices IPC e IPIM de octubre.
Adicionalmente, la Secretaría de Energía aplicó sus propios incrementos:
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3,27% en el Precio Estabilizado de la Energía (PEE).
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5,87% en el Precio Estacional del Transporte (PET).
Al repercutir a lo largo de toda la cadena de comercialización, esta suba tarifaria impone un piso a la inflación de diciembre.
La suba de 2,8% en electricidad es prácticamente la misma en todo el país, pero en el caso del gas existen diferencias en las distintas zonas geográficas.
El incremento decidido incluye aumentos en la generación y el transporte y un recorte en el nivel de ayuda estatal en toda la cadena.A la suba de las tarifas de energía se le agregan los incrementos en el transporte, lo cual complica aún más los presupuestos nacionales.
A todo este cuadro aún resta descifrar la nueva actualización en el precio de los combustibles, cuya actualización en noviembre impactó de lleno en los bolsillos.