En la previa de las fiestas, la industria del juguete llega al momento más fuerte del año en una situación que preocupa.
Te puede interesar
Fabricantes y comercios coinciden en que el nivel de ventas sigue muy por debajo de lo esperado y que la avalancha de importaciones volvió a golpear a un sector que ya venía arrastrando un 2025 difícil.
Los empresarios señalan que este diciembre se siente distinto: hay más stock en las góndolas que demanda real.
Y, por primera vez en varios años, el mercado local enfrenta una competencia tan masiva del exterior que prácticamente borró la presencia del producto nacional en muchas cadenas.
Navidad en alerta: se desploman las ventas de juguetes y suben las importaciones
Según datos de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), este año ingresó una cantidad histórica de mercadería, con récord en kilos y en valores.
La mayoría llegó desde China, que hoy explica casi todo el movimiento importador. A eso se suma que la cantidad de empresas dedicadas a traer juguetes del exterior se multiplicó mientras el consumo interno no repunta.
Los comercios, sobre todo los de barrio, dicen que la sobreoferta ya provocó una caída en los precios de referencia y una competencia que se vuelve imposible para quienes fabrican o venden dentro de las reglas.
También señalan que muchos negocios quedaron con stock del año pasado comprado con otro valor del dólar, lo que complica más el panorama.
A este escenario comercial se le suman cambios en los hábitos de consumo. La caída de la natalidad redujo la cantidad de hogares con chicos pequeños y eso achicó el mercado potencial.
Las pantallas, cada vez más presentes desde edades tempranas, completan un combo que hace retroceder a los juguetes tradicionales en la lista de preferencias.
Desde la CAIJ, Julián Benitez insistió en que el avance de los dispositivos impacta directamente en la etapa del juego: “El uso intensivo de las pantallas acortó las edades de los usuarios de juguetes y preocupa mucho el impacto en el desarrollo de los chicos”.
Y agregó: “Es muy importante dedicar el tiempo para el juego, porque los chicos terminan agradeciendo y valorando el tiempo compartido”.
Por el lado de la seguridad, la cámara volvió a advertir sobre el ingreso de productos sin control. Según los fabricantes, el contrabando ya se queda con casi un tercio del mercado y muchos de los artículos que circulan no cumplen normas básicas.
En las pruebas de laboratorio se detectaron juguetes que se venden como “certificados” pero que no pasan los ensayos mínimos.
Las fábricas tampoco atraviesan un buen momento. Varias plantas trabajan muy por debajo de su capacidad y terminan recurriendo a créditos para afrontar sueldos y gastos corrientes.
Desde la entidad empresaria remarcan que el problema no es solo la caída de ventas, sino también el ingreso de artículos que llegan a precios imposibles de igualar.
El presidente de la CAIJ, Matías Furió, resumió la situación con una frase que enciende alarma en el sector: “La industria tiene 6 de cada 10 máquinas paradas sin producir”.
En las jugueterías, el ticket promedio de este año se ubica cerca de los $35.000, con mucha dispersión según el tipo de comercio.
En los barrios se venden opciones económicas desde $3.000, mientras que en las grandes cadenas predominan los productos importados y de mayor precio.
Aun así, la cámara apuesta a movilizar las ventas con acciones específicas. Entre el 8 y el 24 de diciembre coordina promociones y descuentos en todo el país. Uno de los eventos principales será la “Noche de las Jugueterías”, una jornada especial con actividades y beneficios para incentivar las compras navideñas.