La obra, encabezada por el gobernador Axel Kicillof y el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, representa un paso fundamental para el acceso a la salud pública de calidad para más de 36 mil vecinos y vecinas. Sin embargo, el jefe comunal eligió dar la espalda a una iniciativa que prioriza la vida y el bienestar de su propia comunidad.
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El CAPS, construido con una inversión de $1.255 millones financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuenta con seis consultorios (cuatro generales, uno odontológico y uno ginecológico), atención profesional garantizada por médicos, enfermeros, promotores de salud, y la incorporación de una extensión del Centro Comunitario de Salud Mental.
La actitud del intendente Egüen, quien se negó incluso a colaborar en el armado del equipo médico, forzó a la Provincia a asumir también ese compromiso, con el único fin de garantizar la atención a la población. Para Kicillof, la decisión del mandatario local "duele y sorprende", especialmente tratándose de un tema tan sensible como la salud.
"Nos da mucha tristeza que el intendente haya decidido no acompañar la inauguración de un centro destinado al cuidado de la salud de sus propios vecinos", afirmó el Gobernador, visiblemente molesto. "Esto no es un tema político. Se trata de derechos. Hago un llamado a la reflexión: el Gobierno de la Provincia trabaja con todos los intendentes, sin importar el partido político, porque lo que está en juego es la vida de la gente", añadió.
Por su parte, Kreplak lamentó la falta de diálogo y voluntad del jefe comunal:
“Este CAPS es el número 185 que inauguramos. Lo construimos a pesar de las trabas y de la falta de compromiso de un intendente que no pone a la salud pública como prioridad”.
La inauguración del centro se realizó en el marco de una jornada de intensa actividad provincial en Veinticinco de Mayo. Kicillof también entregó nuevos patrulleros financiados por el Ministerio de Seguridad bonaerense y supervisó los avances de la nueva planta depuradora, una obra monumental de $23.722 millones que resolverá de forma estructural el tratamiento de líquidos cloacales del distrito, con capacidad proyectada para los próximos 20 años.
“Mientras el Gobierno nacional paraliza obras esenciales y apuesta por la especulación financiera, desde la Provincia seguimos poniendo en marcha proyectos que transforman la vida de los bonaerenses”, señaló Kicillof. “No vamos a permitir que la insensibilidad se imponga en nuestros municipios. No necesitamos motosierra: necesitamos salud, producción y trabajo”, concluyó.
El acto contó con una amplia presencia de funcionarios provinciales, legisladores, referentes políticos de distintos distritos y comunidad local. Todos, menos quien debería haber estado al frente: el intendente de Veinticinco de Mayo, ausente por decisión propia.
