“Este miércoles 18 acompañamos a Cristina hasta Comodoro Py y de vuelta a su casa. Defenderla es defender la democracia. ¡Nos vemos ahí!”, publicó el mandatario bonaerense, alineándose con la convocatoria impulsada por el peronismo, funcionarios y agrupaciones como La Cámpora. La movilización prevé reunir a más de medio millón de personas y se iniciará a las 10 de la mañana desde la vivienda de la ex presidenta, ubicada en San José 1111, hasta los tribunales federales de Comodoro Py, donde se haría efectiva su detención.
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Mientras tanto, el equipo de defensa de Cristina Kirchner trabaja contrarreloj para dilatar el proceso: solicitó que la notificación para el inicio de la condena se efectúe vía Zoom y no de forma presencial, mientras espera que el Tribunal Oral Federal N°2 (TOF 2) resuelva el pedido de prisión domiciliaria para la ex mandataria, condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
En paralelo, la Justicia ya puso en marcha el operativo de seguridad. El TOF 2, presidido por el juez Jorge Gorini, remitió el sábado un oficio a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y a su par de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Giménez, así como a las autoridades de la Cámara Federal de Casación Penal, para que garanticen la custodia de la expresidenta, de su traslado y de los manifestantes.
El documento oficial detalla que las detenciones de Cristina Kirchner y de los otros ocho condenados por corrupción en la obra pública se llevarán a cabo entre el martes y el miércoles en la sede del tribunal, ubicada en la avenida Comodoro Py 2002. “Se solicita que se arbitren los medios necesarios para brindar seguridad suficiente en los alrededores, en las inmediaciones y dentro del edificio judicial, especialmente en el sexto piso donde funciona este tribunal”, señala el escrito.
El operativo coincide con la expectativa de una movilización masiva de la militancia peronista que buscará transformar la entrega de Cristina en un gesto político de resistencia y denuncia. Entre la estrategia judicial y la presión popular, la expresidenta evalúa sus próximos pasos en una jornada que promete ser histórica para la política argentina.
