|

La Plata, atrapada en el caos: más de 70% de los viajes diarios se hacen por fuera del transporte público

Aunque el casco fundacional fue premiado internacionalmente por su diseño, ya no resiste la presión del crecimiento desordenado. Hoy, más del 80% de los platenses vive fuera del centro pero debe ingresar a diario por trabajo, estudio o trámites, generando un embudo de tránsito que no da tregua.

Martes, 06 de mayo de 2025 a las 15 59

Por Redacción

Martes, 06 de mayo de 2025 a las 15:59

La ciudad de La Plata vive un verdadero infierno en sus calles. El tránsito está al borde del colapso, con más del 70% de los viajes diarios realizándose fuera del transporte público. Cada día, más de un millón y medio de desplazamientos se hacen mayormente en autos, motos y bicicletas, lo que satura avenidas, calles y diagonales, y convierte la movilidad urbana en una pesadilla para vecinos y visitantes.

Laura Cristina Aon, directora del Observatorio de Movilidad de la UNLP, fue contundente en FM Cielo: “La situación es crítica y cotidiana”. Aunque el casco fundacional fue premiado internacionalmente por su diseño, ya no resiste la presión del crecimiento desordenado. Hoy, más del 80% de los platenses vive fuera del centro pero debe ingresar a diario por trabajo, estudio o trámites, generando un embudo de tránsito que no da tregua.

El colapso del tránsito no es casual. Aon señala como causas principales la expansión urbana hacia zonas rurales sin infraestructura ni transporte público adecuado. Esto no solo complica la rentabilidad de las empresas de colectivos, sino que también condena a los barrios periféricos a depender del auto particular. Mientras tanto, la ciudad sigue extendiéndose, muchas veces de manera ilegal, agravando la falta de servicios esenciales como el transporte.

La ciudad ya no resiste más autos: se necesitan medidas urgentes. Para Aon, solo el fortalecimiento del transporte público masivo puede ofrecer una salida sustentable. Pero el panorama es complejo: La Plata cuenta con más de 200 ramales de colectivo a cargo de cinco empresas, con un sistema de concesiones rígido y fragmentado que impide una circulación fluida. La división territorial establecida en 2002 partió a la ciudad en cuatro zonas casi cerradas, eliminando la transversalidad que alguna vez alivió el tránsito.

Aunque herramientas como la tarjeta SUBE permiten monitorear mejor el sistema, Aon advierte que sin inversión en planificación, fiscalización y sanciones, cualquier solución será incompleta. La falta de controles, las concesiones mal diseñadas y la ausencia de un modelo de ciudad pensado para mover a miles de personas de manera eficiente están convirtiendo a La Plata en un laberinto de bocinazos, embotellamientos y frustración diaria.

En resumen, el tránsito platense ya no es solo un problema de movilidad: es un síntoma de una ciudad que crece a los tumbos, sin orden ni estrategia. Y cada día que pasa sin medidas de fondo, el desastre empeora.

Temas de la nota

Últimas noticias