La reunión, realizada este lunes por videoconferencia y con mediación de la Secretaría de Trabajo, terminó en escándalo: los empresarios ofrecieron apenas un 6% de aumento para el período febrero-junio, acompañado de sumas no remunerativas. Una propuesta que no solo fue rechazada de plano, sino que generó asombro e indignación entre los choferes, teniendo en cuenta que el gremio reclama llevar el salario básico de $1.200.000 a $1.700.000, acorde a la inflación galopante.
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Frente a lo que desde el gremio consideran una “provocación” por parte del sector empresario, la UTA decidió avanzar con la huelga nacional a partir de este 6 de mayo desde las 0 horas, paralizando los servicios de corta y media distancia en todo el país.
En La Plata, la medida impactará de lleno: no circularán micros de corta distancia durante toda la jornada. La empresa Misión Buenos Aires realizará retención de tareas, mientras que TALP no prestará servicio en las líneas 338/406, aunque sí mantendrá activos los recorridos de media y larga distancia (351). En cuanto a Metropol (Costera), no hubo aún un anuncio oficial, pero trascendió que los delegados impedirían la salida de las unidades.
Por su parte, la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta) justificó su postura alegando que muchas líneas del AMBA mantienen tarifas congeladas desde hace más de ocho meses, lo que —según su titular, Luciano Fusaro— torna “insostenible” afrontar aumentos salariales. Sin embargo, el magro ofrecimiento terminó de encender un conflicto que ahora amenaza con paralizar el transporte y complicar a miles de usuarios que dependen del colectivo para ir a trabajar, estudiar o realizar trámites esenciales.
El martes, entonces, se perfila como un día caótico en La Plata, marcado por la falta de micros, el enojo de los pasajeros y una pulseada trabajadores/empresarios que parece estar lejos de resolverse.