A partir de las 14 horas, tanto la Cámara de Senadores como la de Diputados sesionarán en simultáneo para dar forma definitiva al nuevo calendario electoral, luego de la suspensión de las PASO impulsada por el Gobierno provincial.
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Este "súper lunes" legislativo no solo marcará el rumbo de las elecciones previstas para el 7 de septiembre, sino que también servirá como termómetro político dentro del oficialismo y la oposición bonaerense. Según trascendió, existe un amplio consenso entre los bloques para aprobar los plazos propuestos, lo que permitiría que el proyecto obtenga media sanción en el Senado y pase inmediatamente a Diputados para su sanción definitiva en la misma jornada.
El cronograma que se busca establecer incluye fechas claves: la presentación de alianzas quedaría fijada para el 9 de julio, los candidatos se oficializarían el 20 de julio, y el 8 de agosto sería el límite para registrar las boletas. Así, el nuevo esquema reemplazaría el vacío generado por la eliminación de las elecciones primarias, ordenando un proceso que venía generando incertidumbre entre los distintos espacios políticos.
Pero eso no es todo. Otro de los proyectos que podría ingresar al recinto el mismo lunes es el que plantea cambios sustanciales sobre las reelecciones indefinidas en cargos electivos —con excepción de los intendentes—, sumado a una ambiciosa iniciativa impulsada por el gobernador Axel Kicillof que contempla reformas políticas y administrativas de fondo.
El lunes no será un día más en la Legislatura: será el punto de partida de un nuevo ordenamiento político-electoral en la provincia. Las decisiones que se tomen allí no solo afectarán la estrategia de los partidos, sino también el nivel de participación ciudadana, la transparencia del proceso y el equilibrio institucional en un año atravesado por tensiones económicas y sociales. Todo indica que el recinto bonaerense será, por unas horas, el epicentro del tablero político nacional.
