Después del trágico temporal que golpeó al norte bonaerense y dejó un saldo de 4 personas fallecidas y más de 3.000 evacuados, Axel Kicillof tomó una decisión clave: la Provincia finalizará con fondos propios diez obras hídricas esenciales que fueron paralizadas por el gobierno de Javier Milei.
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Se trata de trabajos con niveles de avance del 50% al 90% que, pese a su urgencia, fueron detenidos por la Nación desde diciembre de 2023, apenas asumido el nuevo gobierno. Las obras —que incluyen saneamiento de arroyos, construcción de desagües pluviales y estaciones de bombeo— son fundamentales para prevenir inundaciones en distintos distritos del Conurbano y el interior bonaerense.
Entre ellas están el saneamiento del arroyo Bedoya en Escobar, los desagües pluviales en San Martín, Moreno, San Isidro, La Matanza, Florencio Varela, General Pueyrredón, General Rodríguez, Lomas de Zamora, Marcos Paz y Esteban Echeverría. Muchas de estas zonas ya han sufrido graves consecuencias por anegamientos ante lluvias intensas.
“Son obras estratégicas que Nación decidió abandonar sin explicación. Nosotros las retomamos porque no vamos a permitir que la mezquindad política ponga en riesgo a los bonaerenses”, afirmó Kicillof. Y apuntó directamente: “Necesitamos que nos transfieran las obras para poder seguir. No puede haber más abandono ni desidia”.
El gobernador también contrastó el accionar de su gestión con la paralización general de la obra pública a nivel nacional: “Mientras ellos frenan todo, incluso viviendas, nosotros seguimos trabajando con recursos propios. No paramos ninguna obra porque creemos en un Estado presente, que protege y cuida”.
