Tras la visita del secretario de Salud de EE. UU., Robert Kennedy, el gobierno de Javier Milei eliminó una serie de controles sanitarios aplicados por la ANMAT a productos importados de uso personal. La medida, que ya está en vigencia, permite el ingreso sin intervención del Estado de artículos como cosméticos, pañales, tampones, pastas dentales y copas menstruales.
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La resolución fue presentada como una acción para “maximizar la eficiencia” y “simplificar procesos”, pero despertó fuerte preocupación entre profesionales de la salud. La ANMAT, que hasta ahora se encargaba de garantizar la seguridad de estos productos, queda así relegada en un contexto donde su rol es más crucial que nunca —como demuestra su actual intervención en la crisis por fentanilo contaminado.
“El Estado no tiene nada que hacer autorizando un perfume o un pañal”, sentenció el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. Sin embargo, lo que para el Gobierno es burocracia, para médicos y especialistas es una barrera sanitaria indispensable.
Además, aunque se prohíbe la comercialización con fines de lucro de los productos ingresados bajo esta modalidad, el relajamiento del control deja abierta la puerta a riesgos concretos para la salud pública.
Productos que ya no serán controlados por la ANMAT cuando entren a la Argentina: Productos cosméticos. Productos domisanitarios de libre venta. Productos de higiene oral de uso odontológico (incluídas las pastas dentales y enjuagues bucales). Productos higiénicos descartables de uso externo (pañales descartables para bebés y adultos, toallitas femeninas, protectores diarios y absorbentes de leche materna, entre otros). Productos higiénicos descartables de uso intravaginal (tampones). Productos higiénicos de uso intravaginal (colectores del flujo menstrual incluída la copa menstrual).