Las declaraciones se dieron luego de una reunión de Lugones con Robert F. Kennedy Jr., figura internacional conocida por su militancia antivacunas y teorías conspirativas contra la salud pública.
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Según Kreplak, lo anunciado representa un “peligroso avance del negacionismo”, una actitud que socava los consensos científicos y debilita los pilares de la salud colectiva. Las medidas incluyen la propuesta de reevaluar vacunas ya aprobadas mediante estudios clínicos con placebos —una práctica considerada inaceptable por organismos internacionales— y la ratificación de la intención de abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS), hecho que, si bien no se formalizó todavía, ya genera preocupación global.
“Lo que propone el Gobierno es un retroceso hacia épocas oscuras en las que la ciencia era desoída”, sostuvo Kreplak en sus redes sociales. Y advirtió: “Este combo no tiene ningún beneficio. Asume un riesgo altísimo para la población y pone en pausa avances imprescindibles para mejorar el sistema de salud.”
Una de las propuestas más cuestionadas es la intención de someter a pruebas con placebo a vacunas que ya han demostrado su eficacia. “Eso no solo es innecesario, es un crimen. Exponer deliberadamente a personas a enfermedades prevenibles cuando existen métodos seguros y eficaces está penado internacionalmente”, remarcó el ministro bonaerense.
El impacto va más allá del terreno sanitario.
La decisión de apartarse de la OMS, organismo clave para la coordinación de políticas de salud globales, nos aísla del acceso a información estratégica, recursos técnicos y cooperación internacional. Kreplak criticó esta medida como una muestra de improvisación y desinformación: “Nos sacan de la OMS y no ofrecen ninguna alternativa. Nos dejan a la deriva.”
Además, cuestionó la supuesta intención oficial de fomentar hábitos alimentarios saludables, a la que calificó de contradictoria. “Hablan de alimentos seguros mientras desmantelan la Ley de Etiquetado Frontal, quitándole herramientas fundamentales a los consumidores para saber qué comen.”
En su conclusión, Kreplak hizo un llamado a recuperar una visión integral y coordinada del sistema de salud: “No podemos construir salud pública destruyendo lo que funciona y abandonando la evidencia científica. La salud no puede depender de ideologías ni de decisiones unilaterales: debe basarse en el conocimiento, la articulación y el compromiso con cada persona y su comunidad.”