En vísperas del funeral del papa Francisco, el presidente Javier Milei se prepara para viajar a Roma acompañado por una delegación oficial. Sin embargo, su presencia ha generado rechazo entre argentinos residentes en Italia, quienes recuerdan sus anteriores declaraciones ofensivas hacia el pontífice.
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La agrupación "Argentina No Se Vende" expresó su descontento, calificando la asistencia de Milei como un acto de cinismo político. "Esta presencia no sólo resulta ofensiva por su conocida historia de agravios hacia el propio pontífice, sino que constituye un acto de cinismo político que pretende manipular la emoción colectiva y lavarse la cara en uno de los escenarios más sensibles de la historia reciente", afirmaron.
El colectivo también señaló que las políticas del presidente, caracterizadas por recortes sociales y un discurso negacionista, contrastan con el mensaje de paz y atención a los vulnerables promovido por el papa. "La política de odio y de recortes a los servicios sociales, el negacionismo y la violencia institucional de Milei no se pueden conciliar con el mensaje de paz, diálogo y atención a los más vulnerables que el Papa ha promovido desde su cargo", señalaron.
Además, destacaron que Milei "se pasea por Roma legitimado por una alianza ideológica que desprecia la memoria antifascista y los valores de la resistencia".
"Nos negamos a aceptar esa operación de lavado. La lucha por la justicia, por la libertad, por la democracia, no se negocia. No se suspende por un funeral, no se esconde detrás del luto", aseveraron.
La comitiva presidencial incluye al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y a los ministros Sandra Pettovello, Patricia Bullrich y Gerardo Werthein, entre otros funcionarios. El secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, ya se encuentra en el Vaticano para recibir a la delegación argentina.