Un reciente informe del medio estadounidense The Wall Street Journal reveló que el acuerdo financiero entre los gobiernos de Javier Milei y de Donal Trump podría abrir las puertas a que empresas norteamericanas accedan al uranio argentino. Esta medida se enmarca dentro de las intenciones de la Casa Blanca por limitar la influencia de China en el país y en la región. El uranio formaría parte de la letra chica de esos acuerdos entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, en el marco de un acuerdo global por 40 mil millones de dólares.
Si bien los detalles detrás del swap estadounidense no se conocen, el artículo afirma que el respaldo financiero de la administración de Donald Trump incluiría facilidades para que las empresas estadounidenses accedan a este recurso natural crítico. Esto podría representar una nueva cesión de soberanía sobre una de las reservas más importantes del país.
Las conversaciones entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, giraron en torno a un acuerdo global que asciende a 40 mil millones de dólares. Este acuerdo no sólo contempla un swap de monedas por 20 mil millones de dólares, sino también un crédito adicional de otros 20 mil millones que están siendo negociados por bancos de Wall Street.
La intención trumpista de reducir la Influencia de China
El informe subraya que la administración Trump busca activamente disminuir la influencia de China en América Latina. Se alienta a Argentina a firmar acuerdos con empresas estadounidenses en sectores clave como infraestructura, telecomunicaciones y recursos estratégicos. Un portavoz del Tesoro comentó que “estabilizar a la Argentina es ‘América primero’”, reflejando la importancia geopolítica que Washington otorga al país en el contexto de las tensiones comerciales con Pekín.
Mientras el gobierno de Javier Milei enfrenta un panorama económico complicado, con alta inflación y reservas en descenso, el acuerdo con Bessent podría ser crucial. Además del swap, se contempla una línea de crédito adicional, aunque aún no se han proporcionado detalles sobre las garantías o activos involucrados.
La Casa Blanca tiene como objetivo "dividir a la Argentina de China", limitando así la capacidad de Beijing para acceder a los recursos naturales y sectores estratégicos del país. Este enfoque se traduce en presiones sobre funcionarios argentinos para restringir la influencia china en el acceso a minerales y otros recursos críticos.
