El gobierno nacional de Javier Milei inició el proceso de privatización de cuatro represas hidroeléctricas de Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila a través de un concurso público nacional e internacional. Eso se suma a las intenciones oficialistas de privatizar Nucleoeléctrica, que integran tres centrales nucleares del país: Atucha I, Atucha II y Embalse. Sospechas de injerencia extranjera y protesta en Zarate.
Mediante la Resolución 1569/2025 del Ministerio de Economía, publicada en el Boletín Oficial, se aprobó la Circular Modificatoria N° 4 al pliego de bases y condiciones del Concurso Público Nacional e Internacional N° 504/2-0001-CPU25. Este concurso tiene como objetivo la venta total del paquete accionario de las sociedades Alicurá Hidroeléctrica Argentina S.A., El Chocón Hidroeléctrica Argentina S.A., Cerros Colorados Hidroeléctrica Argentina S.A. y Piedra del Águila Hidroeléctrica Argentina S.A.
Estas empresas fueron creadas por Energía Argentina (ENARSA) y Nucleoeléctrica Argentina (NASA) como parte del proceso de reversión de los complejos hidroeléctricos Alicurá, El Chocón-Arroyito, Cerros Colorados y Piedra del Águila, con el objetivo de avanzar hacia la privatización total de ENARSA.
Las centrales hidroeléctricas Alicurá, El Chocón y Piedra del Águila se ubican sobre el río Limay. Alicurá, inaugurada en 1984, tiene una potencia instalada de 1.000 MW y genera anualmente unos 2.360 GWh. Por su parte, El Chocón, además de producir aproximadamente 3.350 GWh al año, cumple un rol clave en la atenuación de crecidas y es un atractivo turístico. Finalmente, Piedra del Águila se distingue por su alta capacidad de generación, alcanzando una media anual de 5.500 GWh. Estas represas no sólo garantizan el suministro energético, sino que también contribuyen al turismo y al manejo hídrico en la región.
El Complejo Cerros Colorados, ubicado en el valle inferior del río Neuquén, a 60 km al noroeste de la ciudad de Neuquén, incluye las presas Portezuelo Grande, Loma de la Lata, Planicie Banderita y El Chañar, junto con los embalses Mari Menuco y Los Barreales. Este complejo cumple funciones clave como control de crecidas, regulación de caudales, provisión de agua para consumo humano y riego, y generación hidroeléctrica. Además, los embalses permiten la práctica de deportes náuticos y navegación.
El proceso de privatización se desarrolla conforme a los decretos 286/2025 y 590/2025, que autorizaron la venta de las acciones mediante un concurso público sin base. En agosto, el Ministerio de Economía lanzó la convocatoria correspondiente, delegando en la Unidad Ejecutora Especial Temporaria “Agencia de Transformación de Empresas Públicas” la facultad de realizar aclaraciones y modificaciones.
Sospechas de intereses extranjeros
En el Congreso la oposición desplegó una estrategia para intentar frenar la venta de las hidroeléctricas. El senador José Mayans, jefe del interbloque de Unión por la Patria, lideró los esfuerzos en la Cámara Alta para declarar a Hidroeléctrica como “inenajenable”. Sin embargo, la cercanía de las elecciones complicó la posibilidad de reunir los dos tercios necesarios para avanzar con esta declaración.
En medio de este panorama, surgieron denuncias sobre intereses extranjeros detrás del proceso de privatización. José Mayans señaló que la venta promovida por Reidel podría estar vinculada a la empresa OpenAI, creadora de ChatGPT, que recientemente anunció una inversión de 25.000 millones de dólares para construir un centro de datos en Argentina. Según el legislador, esta empresa habría puesto su mirada en el abastecimiento energético que ofrecen las represas hidroeléctricas, lo que encendió las alarmas sobre posibles presiones externas.
Movilización y protestas en Zarate
“Las centrales no se venden”, manifestaron las dos CTA, que convocaron este miércoles una caravana que partió desde la rotonda de Atucha y culminó en la rotonda de Zárate con una multitudinaria concentración. Cristian Riente, trabajador de Atucha y Secretario Gremial de Luz y Fuerza Zárate, denunció: “Este gobierno apretó fuerte el acelerador para hacer efectiva la privatización. Bajaron los salarios y se llevó a cabo una fuga de cerebros que, en realidad, son expulsados”.
El evento reunió a trabajadores, sindicalistas y ciudadanos preocupados por el avance de la privatización de las represas hidroeléctricas. Las organizaciones sociales y gremiales dejaron en claro su rechazo al proyecto, que consideran una amenaza para el patrimonio nacional.