Las recientes elecciones presidenciales en Chile y la contundente victoria de José Antonio Kast marcaron la reconfiguración del escenario político regional, generando una inmediata celebración en Argentina. El presidente Javier Milei, quien este martes recibirá al líder chileno, utilizó su discurso en la cena anual de la Fundación Faro para expresar su satisfacción por el resultado y enmarcarlo dentro de una tendencia continental.
Al iniciar su intervención en la velada organizada por Agustín Laje, el mandatario envió un mensaje a Chile, sosteniendo que “Sudamérica ha despertado hacia las ideas de la libertad, lejos de la calamidad del socialismo del siglo XXI”.
"Una Nueva Era" para Chile
Dirigiéndose a los asistentes, el titular del Ejecutivo argentino no dudó en felicitar al ganador de los comicios. “En una noticia más feliz, quiero aprovechar para felicitar a José Antonio Kast por su contundente victoria en las urnas”, expresó el presidente, extendiendo un “fraternal abrazo al pueblo chileno que comienza a vivir una nueva era”.
Milei vinculó el triunfo de Kast con una corriente política que, en su opinión, está comenzando a abandonar las propuestas distributivas y estatistas que identificó con el denominado “socialismo del siglo XXI”. “Por suerte el continente está despertando y grita ‘viva la libertad carajo’”, exclamó el jefe de Estado, remarcando su visión de un avance del estatismo que “en todas partes se abalanza sobre las libertades individuales condenando a las sociedades a una eventual desaparición”.
La "Batalla Cultural"
Antes de abordar el tema chileno, Milei dedicó un segmento de su discurso a un tema de alta sensibilidad internacional: “Quiero expresar mi solidaridad con la comunidad judía en Argentina y en el mundo en un contexto en el cual el antisemitismo adquiere formas aberrantes”.
Para el mandatario, la escalada de discursos y ataques antisemitas responde a una confrontación ideológica profunda. “Es lo que la barbarie terrorista inhumana quiere que pongamos en juego, están dispuestos a asesinar para imponer sus ideas, es la batalla cultural que estamos dando”, sostuvo.
El Presidente advirtió asimismo sobre el avance del “virus woke” en Europa que, en sus palabras, “exige mirar para otro lado”. Milei enfatizó la necesidad de una postura sin matices: “Lo que está mal, está mal y basta”.
El jefe de Estado extendió su análisis a la denominada "batalla cultural", donde fundaciones como Faro tienen “un rol crucial en esta batalla espiritual”. Al reflexionar sobre el estado actual de la discusión ideológica, admitió: “Partimos en desventaja. Durante años hemos ignorado la batalla cultural. Una idea no necesita ser verdadera para llegar lejos, sólo ser atractiva”.
Milei argumentó que la izquierda política ha dominado el terreno narrativo. “La izquierda esto lo sabe muy bien y han sabido presentar sus mentiras como apetecible, sin tener en cuenta las consecuencias ni si dichas ideas pueden ser realizables. Siguen gozando de una alarmante popularidad”, planteó.
El presidente reiteró su crítica histórica al socialismo: “Lo mejor del socialismo es que suena lindo, pero nunca funciona”, e insistió con dureza: “No olvidemos que asesinaron a 150 millones de seres humanos”. Finalmente, diferenció las formas de acceso al poder de estos sectores: “La izquierda gana votaciones. Antes lo hacía por la violencia, ahora por las urnas con mentiras”. Para el mandatario, “cada centímetro arrebatado a la izquierda es una conquista”.