Con una consulta pública, Federico Sturzenegger intentó en jaque al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), preguntando: “¿Qué le importa al Estado cuánto dura una pila?”. El objetivo era cuestionar gastos, pero el tiro le salió por la culata.
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Tras su publicación, usuarios vinculados al INTI y a la ciencia respondieron con datos concretos, subrayando que el organismo evalúa baterías, acumuladores y dispositivos de energía, activando protocolos de seguridad y eficiencia. Así expusieron su amplio trabajo técnico.
Como represalia, Sturzenegger intentó rebatir con descalificaciones, pero no pudo evadir el impacto de quienes le señalaron que desconocía funciones básicas del INTI, usado por pymes y laboratorios para certificaciones.
Mientras el episodio cobraba fuerza en redes y foros especializados, el ministro mantuvo el silencio oficial. Algunos referentes científicos interpretaron su consulta como “mala fe” y aseguran que refleja una postura despreciativa hacia la industria nacional.
Con este episodio, el funcionario cosechó más críticas que respaldo. La reacción en cadena del sistema científico y tecnológico argentino muestra que cuestionar sin conocimiento genera más preguntas que contenido.
Este nuevo desliz sumó una luz roja sobre su carrera: si pretende reducir el rol del Estado, deberá antes comprender qué hace y cómo lo hace el organismo que quiso subestimar.
Las respuestas que recibió en redes sociales fueron tan numerosas como categóricas. Un investigador del INTI le explicó: “La duración de una pila puede implicar el mal funcionamiento de un equipo médico, un sistema de seguridad o una herramienta de medición. Saberlo evita fallas, accidentes y estafas”.
Otro usuario le recordó que “INTI es quien certifica si un producto cumple con normas internacionales, para que no nos vendan descaradamente porquerías”. Incluso hubo quien ironizó: “¿Qué le importa al Estado cuánto mide una dosis? Total, que cada uno se dé la que quiera”.
Una especialista en normativas técnicas le respondió: “Controlar cuánto dura una pila es una forma de proteger a consumidores y de mejorar estándares de calidad. Sin eso, nos llenamos de productos basura que duran menos de lo que cuesta comprarlos”.
Estas intervenciones dejaron en evidencia no solo el desconocimiento del funcionario, sino también el valor que tiene para la sociedad contar con organismos públicos capaces de proteger a la ciudadanía y garantizar calidad, seguridad y soberanía tecnológica.