Amnistía Internacional emitió un duro comunicado en el que cuestiona fuertemente el accionar policial durante la protesta de jubilados frente al Congreso el pasado miércoles.
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A través de un posteo en redes sociales, la organización denunció que se utilizó gas lacrimógeno y un “operativo desproporcionado” para desalojar la manifestación que se estaba dando de forma pacífica.
La protesta, como cada miércoles, reunió a personas mayores que reclaman por una mejora en sus haberes. En esta ocasión, tambien participaron estudiantes y gremios en apoyo.
Pero la jornada terminó con represión: al menos 13 personas resultaron heridas por el uso de gases, y dos manifestantes fueron detenidos.
Fuerte crítica de Amnistía por la represión a los jubilados en Congreso
“Viven con 355 mil pesos por mes. Protestan porque quieren sobrevivir. Y, otra vez, la respuesta del gobierno fueron gases irritantes y un operativo desproporcionado”, publicó la filial local del organismo internacional.
Amnistía remarcó que la mayoría de los afectados fueron jubilados y trabajadores de prensa. “No es un hecho aislado. Es una política de Estado para silenciar el reclamo y criminalizar la protesta”, aseguraron.
En medio del caos fue detenido Mariano Lamberchutti, uno de los asistentes a la marcha. Otras personas debieron ser atendidas en el lugar por efectos de los gases arrojados a corta distancia.
“Manifestarse por una vida digna no es delito”, concluyó Amnistía, que alertó sobre la gravedad de que el Estado responda con violencia ante reclamos por derechos básicos.
Otro miércoles de represión: la Policía volvió a cargar contra los jubilados y universitarios que se sumaron a la marcha
Una nueva tarde de protesta frente al Congreso terminó con represión. Las fuerzas arrojaron gas pimienta y detuvieron a uno de los manifestantes.
Los miércoles ya se convirtieron en una fecha fija para los jubilados que, de forma pacífica, reclaman en el Congreso por una recomposición salarial urgente.
Esta vez no estuvieron solos: a un año de la Marcha Federal Universitaria, estudiantes, docentes y nodocentes, junto con sectores gremiales y movimientos sociales acompañaron el reclamo con una columna amplia y variada.
Pero lo que empezó como una jornada de manifestación pacífica terminó una vez más con represión por parte de la Policía Federal, cuando los manifestantes intentaron cortar la avenida Rivadavia con un “semaforazo”.
Violencia en el Congreso: gases y detenidos en la protesta de jubilados
En cuestión de minutos, comenzaron los empujones, las corridas y el uso de gases lacrimógenos contra personas mayores que estaban participando de la protesta.
Varias fueron atendidas por postas sanitarias en el lugar, después de ser rociadas con gas a corta distancia.
La represión también alcanzó a trabajadores de prensa que cubrían la protesta. En medio del caos, fue detenido Mariano Lamberchutti, un manifestante que había ido a apoyar el reclamo por una jubilación digna.
Con una presencia creciente de fuerzas de seguridad en el centro porteño, el clima se volvió cada vez más hostil.
Un cordón policial se montó para impedir que los manifestantes se acerquen a la salida de los diputados, que abandonaban el Congreso tras la sesión.
