El presidente Javier Milei decidió utilizar el Movistar Arena no solo como plataforma para presentar su libro, sino también como el escenario de un "show" musical que poca gracia causó.
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El acto, en pleno auge de la campaña electoral y a tan solo tres semanas de las elecciones, dejó una sensación de desconcierto en la sociedad, que mira atónita cómo el mandatario, lejos de asumir los problemas urgentes del país, parece más enfocado en su propio show mediático.
La puesta en escena fue, como mínimo, insólita. Acompañado por la banda de "La Banda Presidencial" y con el respaldo de un escenario iluminado, Milei salió al escenario al ritmo de Panic Show de La Renga, una canción que, según él, simboliza su lucha contra lo que considera una "banda de kirchneristas".
Increíble pero real: Milei interpretó canciones de rock en la presentación de su libro
A partir de allí, la improvisación de la noche se intensificó: interpretó Demoliendo Hoteles de Charly García, Rock del gato de Los Ratones Paranoicos y Blues del equipaje de La Mississippi.
Pero, lo que más llamó la atención fue su versión alterada de Dame fuego, de Sandro, donde el Presidente, en un gesto por demás polémico, cambió la letra para incluir ataques directos a "los Lukas" que, según él, "tiran piedras" en las manifestaciones sociales.
Mientras tanto, las pantallas del fondo mostraban imágenes de disturbios y represión, un contraste desconcertante con la música.
“Kirchnernistas, pudieron ganar un round, pero no la batalla”, arrancó Milei, tratando de mostrar seguridad, a pesar del escándalo que involucra a su principal candidato, José Luis Espert, quien recientemente bajó su candidatura tras estar vinculado a un escándalo con narcotraficantes.
¿Qué tipo de mensaje está enviando el presidente? Mientras el país se enfrenta a crisis económicas, sociales y laborales, y los votantes cuestionan cada vez más su capacidad de gobernar, Milei opta por un recital en lugar de abordar los problemas del día a día.
A medida que se acerca el 26 de octubre, esta estrategia arriesgada de "campaña" solo deja una pregunta en el aire: ¿un presidente que canta y baila es lo que Argentina necesita, o un show de rock esconde la falta de soluciones reales?