El pontífice León XIV aceptó este sábado la dimisión de un obispo español con problemas de salud que se encuentra bajo una averiguación por parte de la Iglesia. Se le acusa de haber abusado sexualmente de un joven seminarista en la década de 1990, lo que marca la primera ocasión en que el nuevo papa retira a un obispo enfrentando una denuncia de abuso.
A través de un comunicado conciso de una sola línea, el Vaticano informó que León XIV había aceptado la renuncia de Rafael Zornoza, obispo de Cádiz, de 76 años. El motivo no fue especificado, aunque Zornoza había presentado su dimisión al papa el año anterior al alcanzar los 75 años, la edad habitual de retiro para los obispos.
Sin embargo, su renuncia no fue aceptada hasta que el periódico El País hizo público a principios de este mes que Zornoza estaba siendo investigado recientemente por un tribunal eclesiástico. El diario, que desde 2018 ha sacado a la luz décadas de abuso y ocultamiento en la Iglesia católica española, mencionó que Zornoza fue denunciado por abusar de un antiguo seminarista cuando él era un joven sacerdote y dirigía el seminario diocesano en Getafe.
El artículo, citando una misiva que el ex seminarista dirigió al Vaticano durante el verano, afirmaba que Zornoza lo manoseó y dormía regularmente con él desde que tenía 14 años hasta los 21. La carta del ex seminarista añadía que Zornoza escuchó su confesión y lo convenció para que visitara a un psiquiatra con el fin de "curar" su homosexualidad.
La Investigación
La diócesis de Cádiz rechazó las acusaciones dirigidas contra Zornoza, pero confirmó que la investigación está siendo llevada a cabo por el tribunal eclesiástico de Madrid, conocido como la Rota. Mediante un comunicado emitido el 10 de noviembre, la diócesis anunció que Zornoza estaba colaborando con la investigación y había suspendido “temporalmente su agenda para el esclarecimiento de los hechos y para atender el tratamiento de un cáncer agresivo que está recibiendo”.
“Las acusaciones que se hacen, referidas a hechos que tuvieron lugar hace casi treinta años, son muy graves y además falsas”, declaraba el comunicado.
Se considera que este es el primer caso de dominio público de un obispo jubilado sujeto a una investigación por presunto abuso sexual desde que la Iglesia española empezó a confrontar en años recientes un legado de décadas de abusos y encubrimiento que ha estremecido a la antes profundamente católica España.
León XIV aún no ha designado un líder interino para la diócesis.
Revelación de Miles de Casos
En 2023, el primer sondeo oficial sobre abuso en España reveló que el número total de víctimas podría ascender a cientos de miles, según una encuesta que formó parte de un informe de la oficina del Defensor del Pueblo de España. Dicho Defensor llevó a cabo una investigación autónoma de 18 meses centrada en 487 casos que implicaban a presuntas víctimas que hablaron con el equipo de ese órgano constitucional.
Los obispos católicos de España ofrecieron sus disculpas pero calificaron las interpretaciones del informe del Defensor del Pueblo como una "mentira", argumentando que muchas más personas habían sido víctimas de abuso fuera del ámbito de la Iglesia.
Posteriormente, la cúpula eclesiástica española elaboró su propio informe, afirmando en 2024 que había encontrado pruebas de 728 abusadores sexuales dentro de la Iglesia desde 1945. Luego puso en marcha un plan para indemnizar a las víctimas, después de que el gobierno de España aprobara una iniciativa para obligar a la Iglesia a pagar compensaciones económicas.