La jornada de este miércoles en el Vaticano comenzó con un clima cargado de expectativa y recogimiento, en medio de la espera por la posible elección del nuevo Papa que reemplazará a Jorge Mario Bergoglio.
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En el interior de la Capilla Sixtina, los cardenales electores se preparaban para una nueva ronda de deliberaciones que podría definir el futuro de la Iglesia Católica.
Mientras en la plaza San Pedro el mundo aguardaba con atención el humo que anunciaría el desenlace, adentro se repetía un ritual ancestral: el juramento sagrado.
Mano sobre el Evangelio: el juramento de los argentinos en el cónclave
Entre los presentes, cuatro cardenales argentinos protagonizaron uno de los momentos más solemnes del día.
Vicente Bokalic Iglic, Mario Aurelio Poli, Víctor Manuel Fernández y Ángel Sixto Rossi prestaron juramento ante Dios y los Evangelios, cumpliendo con la fórmula tradicional previa al inicio del cónclave.
En latín y con voz firme, cada uno de ellos repitió: “Spondeo, voveo ac iuro. Sic me Deus adiuvet et haec sancta Evangelia, quae manu mea tango”, cuya traducción al español es: “Prometo, me obligo y juro. Que Dios me ayude y estos santos Evangelios que toco con mi mano.”
El primero en pronunciar el juramento fue Vicente Bokalic Iglic, seguido por Mario Aurelio Poli —arzobispo emérito de Buenos Aires y cercano al papa Francisco—, luego por Víctor Manuel “Tucho” Fernández, actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y finalmente por Ángel Sixto Rossi, arzobispo de Córdoba.
Horas después del ingreso de los cardenales a la Capilla Sixtina, el humo negro que emergió de la chimenea confirmó lo que nadie quería escuchar: no hubo acuerdo para elegir al nuevo pontífice.
Cónclave: No hay nuevo Papa tras la primera votación de los cardenales
Este miércoles se llevó a cabo la primera votación de los cardenales en la Capilla Sixtina pero todavía no hay nuevo Papa: la fumata fue negra.
Tras más de tres horas de votación, el humo de los votos quemados de los 133 cardenales indicaron que todavía no fue elegido el sucesor de Francisco y el proceso seguirá mañana: la primera votación será a las 5.30 de Argentina y, en caso de que no haya definición, se realizará otra dos horas después.
Los cardenales serán trasladados a la residencia de Santa Marta, donde Francisco dispuso su residencia, y el Colegio Etíope.
El cónclave para elegir al sucesor de Francisco
La jornada en la Capilla Sixtina comenzó con la tradicional misa “Pro eligendo Pontifice”, celebrada en la basílica de San Pedro y presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
Durante su homilía, llamó a sus colegas a actuar con discernimiento, oración y responsabilidad, conscientes del momento decisivo que atraviesa la Iglesia.
Ya por la tarde, los cardenales se reunieron en la Capilla Paulina para iniciar la procesión hacia la Capilla Sixtina. Acompañados por el canto de letanías y el himno Veni Creator Spiritus, caminaron en silencio, invocando la guía del Espíritu Santo antes de encerrarse para comenzar las votaciones que definirán al nuevo pontífice. Dentro de la Capilla, los cardenales realizaron su juramento de secreto ante los Evangelios, un gesto que refuerza el hermetismo de este proceso.
Luego, el maestro de ceremonias pontificio, monseñor Diego Ravelli, pronunció el emblemático “Extra omnes”, la frase que ordena la salida de todos los no electores y da inicio al encierro.
Con las puertas cerradas, se apaga el mundo exterior y comienza el tiempo del silencio, la oración y la deliberación. En esa atmósfera espiritual y cargada de historia, el Vaticano aguarda la señal más esperada: el humo blanco que anuncie al próximo Papa.