Este 7 de agosto, el Día de San Cayetano, se realizó la tradicional marcha que reunió a miles de trabajadores y organizaciones sociales frente a la Casa Rosada.
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La convocatoria comenzó temprano con una jornada religiosa en el santuario de Liniers, que luego dio paso a una movilización social con fuertes consignas políticas.
La marcha, llena de reclamos y esperanza, terminó en la Plaza de Mayo, donde se leyó un documento muy crítico de la CGT hacia las políticas económicas y sociales de la gestión de Javier Milei.
Marcha de San Cayetano: miles protestaron contra las políticas de Milei
A lo largo de la mañana, los fieles acudieron a la iglesia de San Cayetano para pedir "pan, paz y trabajo", en lo que se considera una celebración llena de simbolismo y un fuerte vínculo con las luchas laborales.
A lo largo de la jornada, las columnas sindicales y sociales comenzaron a recorrer la Avenida Rivadavia hasta llegar a la Plaza de Mayo, donde el acto principal se desarrolló frente a la Casa Rosada.
En el cierre de la marcha, la CGT leyó el documento de fuerte tono opositor, en el cual se cuestionaron las políticas económicas del gobierno, sobre todo el ajuste y el recorte de derechos laborales.
En uno de los párrafos más duros, la CGT advirtió: “El ajuste económico no debe basarse en la destrucción del empleo o en el deterioro de su calidad. No avalamos políticas que recorten derechos laborales, que le pongan cepo a las paritarias libres o que desmantelen el Estado en nombre de una supuesta eficiencia”.
El documento de la central sindical también señaló la necesidad de un Estado activo, capaz de garantizar los derechos de los trabajadores y de proteger a los sectores más marginados.
“Sin Estado no hay nación. Un Estado moderno y promotor de un desarrollo estratégico que nos contenga a todos y que represente a la Argentina de nuestros sueños”, expresó el texto, reflejando el malestar por lo que consideran un desmantelamiento de áreas clave como el Hospital Garrahan, el INTA y Vialidad Nacional.
En cuanto a la situación social, la CGT criticó abiertamente las políticas que, según ellos, alimentan la desigualdad y la precarización. “La deserción y desmantelamiento de áreas sensibles y estratégicas al interés de toda la sociedad como el Hospital Garrahan, la atención de la discapacidad, el INTA, Vialidad Nacional, Conicet, el Instituto Nacional del Cáncer, son acciones irresponsables e insostenibles. El equilibrio de las cuentas públicas no puede lograrse a expensas del desequilibrio social”, subrayaron.
El documento también criticó el estilo de gobierno de Milei, destacando que “la descalificación, el agravio y la violencia verbal son incompatibles con la democracia y el necesario debate de ideas”, rechazando lo que consideran un clima de confrontación desde la Casa Rosada.
Además, el comunicado insistió en que el trabajo “no es un privilegio, es un derecho”, reafirmando el compromiso de la CGT con la justicia social.
La marcha no solo fue un espacio de protesta, sino también una plataforma para la unidad de los movimientos sociales.
A lo largo de la jornada, se vio una notable presencia de sindicatos como la CTEP, el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, y gremios como la UOCRA, ATE y UDA.
Además, algunos líderes sindicales como Hugo Yasky y Rodolfo Aguiar celebraron el avance de ciertos proyectos legislativos, pero dejaron en claro que la lucha contra el ajuste y la precarización laboral está lejos de terminar.