En una fecha que histórica que promete ser única, la icónica banda de hardcore sueca, Refused, llegará por primera y única vez a la Argentina.
La banda se presentará el sábado 1 de noviembre en Groove.
Las entradas ya están a la venta en la web de tuentrada.con en este enlace.
Con una gira que podría ser la última con esta formación, la banda sueca vuelve a poner en primer plano su espíritu combativo y su filosofía radical. “Este tour podría ser el último con esta formación. No por drama, sino porque sentimos que cumplimos un ciclo”, explican, dejando claro que, para ellos, el cierre no viene desde el desgaste, sino desde una necesidad de coherencia.
El paso de Refused por Mad Cool 2025 fue una muestra de ese recorrido lleno de tensiones, con un público joven coreando canciones de hace más de dos décadas. “Mad Cool fue emocional. Ver a tanta gente joven cantar canciones de hace 20 años te da perspectiva”, comentó su vocalista, consciente de que su legado sigue latiendo fuerte. Sin embargo, niegan mirar hacia atrás con nostalgia: “No pensamos en legado cuando escribimos canciones. Solo queríamos sobrevivir, expresarnos, ser honestos.”
La banda insiste en que su proyecto no nació para complacer ni para ser aceptado. “No hacemos canciones para sonar agradables. Hacemos canciones para incomodar a la gente que necesita ser incomodada.” Y en tiempos donde el punk muchas veces parece diluido, afirman con claridad: “No creo que el punk esté muerto. Tal vez esté dormido. Tal vez esté mutando.” Esa transformación no implica ceder, sino adaptarse sin perder el filo: “La furia cambia con el tiempo. Antes era caos. Ahora es claridad.”
Refused no disimula su postura política. Desde siempre, su música funcionó como un vehículo para la crítica social. “Para mí, tocar música nunca fue solo entretenimiento. Siempre fue una herramienta para cuestionar el poder.” Su coherencia se mantiene firme, incluso a los 52 años. “Tener casi 52 años y seguir haciendo música desafiante es un privilegio. Pero también una responsabilidad.”
A lo largo del tiempo, el grupo resistió presiones, modas y tentaciones de ablandar su discurso. “Hacemos lo que hacemos porque lo creemos necesario, no porque sea fácil o rentable.” Reivindican que su compromiso no se negocia: “Si esperás que una banda como Refused se vuelva apolítica, no entendiste nada de lo que hicimos desde el primer día.”
Lo que empezó como rabia juvenil evolucionó en algo más profundo. “No necesito parecer joven para seguir siendo punk. Ser punk es no ceder.” Hoy su rebeldía suena menos explosiva, pero igual de cortante. “Lo más radical que podés hacer hoy no es gritar, sino decir la verdad.” En un panorama saturado de música de consumo rápido, Refused apuesta por el silencio como otra forma de resistencia: “En un mundo saturado de contenido, el silencio también es una forma de protesta.”
Creen que la música, incluso ahora, puede generar sacudones: “Sigo creyendo que un riff puede provocar algo. Aunque sea solo una conversación incómoda.” Porque, como dicen, “Podés escribir una canción hermosa sobre no saber qué hacer. Y eso puede cambiarle la vida a alguien.”
Refused no busca cerrar una etapa con aplausos. Prefieren hacerlo con honestidad y ruido. Aunque parezca que el mundo no está escuchando, ellos siguen tocando. “No soy la misma persona que escribió The Shape of Punk to Come, pero todavía soy alguien que quiere agitar conciencias.”
