Luego de una espera de 10 años, la poderosa banda de Hard Rock, Skillet, regresa al país este año.
El conjunto se estará presentando el 30 de octubre en el Arena Sur.
Las entradas estarán a la venta a partir del 17 de julio y habrá una preventa exclusiva con el código de la banda el 16 de julio. Todo en la web de TicketFlash.
“Hacer arte para glorificar a Dios es una de las cosas más poderosas que podemos hacer.” afirman desde la banda dejando en claro de dónde proviene su inspiración para componer sus canciones.
No se trata de una prédica, sino de una vivencia. De un camino que fue atravesado por conflictos, cancelaciones y pérdidas, pero también por convicciones férreas. “Hemos pasado por el fuego. Hemos enfrentado cancelaciones, perdido amistades, pero Dios siempre ha sido fiel.” Por eso no disimula lo que cree, ni se adapta para agradar: “Con los cambios en nuestra cultura, es reconfortante no tener que preocuparme por molestar a alguien cuando comparto lo que creo.”
El artista habla sin filtro: “Estás adorando a Dios, o estás buscando consuelo y satisfacción en algo diferente.” Y aunque su mensaje apunta a los creyentes, no excluye a los demás: “Si bien no compartís mi creencia, quiero tratarte con dignidad. También quiero hablarte del Dios que cambió mi vida.”
A lo largo de su carrera, su música estuvo cruzada por pasajes bíblicos, luchas internas y momentos de entrega. Su disco Revolution es una declaración en sí misma: “La revolución de este disco no es política ni militar. Es una revolución de amor. Es una revolución para amar a tus enemigos.” La portada lo deja claro: “Si ves la portada, verás una bandera… en la esquina está 1 Corintios 13:13. Esto habla de los dones que permanecen: fe, esperanza y amor… y el mayor es el amor.”
En medio de una época marcada por polarizaciones, su propuesta se planta en la contracorriente: “Podrías llamarlo una contrarrevolución contra la revolución que quiere derribar las cosas maravillosas de nuestra cultura.” Habla de una juventud sin rumbo: “Estamos viviendo en un momento muy ateo... una generación de jóvenes que no creen en Dios… terminan deprimidos, medicados… preguntándose si su vida importa.”
El trasfondo es existencial: “Cuando creés en Dios, sabés que importás porque fuiste hecho por un Creador… cambia todo.” Y esa certeza se vuelve política, cultural y espiritual: “Si Jesús es la verdad, eso significa que tiene algo que decir sobre cultura, política, aborto y sexualidad.”
La independencia artística también fue parte del proceso: “Para mí, independizarse fue un paso de fe, un nuevo día, y lo estoy disfrutando.” La idea de servicio atraviesa su forma de hacer música: “Puede que al Espíritu Santo le anote mi música como le anotó al arpa de David para ahuyentar los demonios de Saúl.”
Al final, su mensaje se resume en una certeza personal y colectiva: “Nos estamos volviendo hacedores de la Palabra.” Y en una oración que funciona como manifiesto: “Oren por que tengamos la sabiduría de saber cuándo hablar con audacia y cuándo escuchar.”
