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Entradas The Hives Argentina show íntimo Teatro Vorterix 2026: cuándo y dónde comprarlas

Se viene uno de los mejores recitales del año con la llegada de la banda sueca The Hives a nuestro país en la previa del show de My Chemical Romance.

Miércoles, 26 de noviembre de 2025 a las 12 19

Por Cristopher Martínez

Miércoles, 26 de noviembre de 2025 a las 12:19

Sin dudas The Hives es actualmente una de las bandas que mejores shows da en vivo gracias a sus poderosas presentaciones llenas de energía y por suerte los tendremos nuevamente en Argentina con recital propio en la previa de su show con My Chemical Romance en Huracán que ayer agotó todas sus entradas.

El conjunto tendrá su show íntimo el 31 de enero en el Teatro Vorterix.

Las entradas tendrán una preventa exclusiva para clientes Banco BBVA a partir del 2 de diciembre a las 12 del mediodía y la venta genera comenzará el 4 de diciembre a las 12 del mediodía. Todo en la web de Livepass en este enlace.

 

The Hives: energía cruda, coronas, secretos y el impulso que los mantuvo en pie

Hay canciones que “venimos tratando de terminar desde hace tres discos”, como Paint A Picture, mientras que Legalise Living aparece porque “tiene un buen riff, buen beat”, y O.C.D.O.D. surge como “una de Mike D, hardcore punk con el bajo de Sabotage” expresó Pelle Almqvist, cantante de la banda, respecto a su último lanzamiento. Sobre sus influencias y su relación con Outkast recuerda que “Andre era un gran fan”, que “íbamos a trabajar con él” y que Hey Ya es “la canción perfecta que podría habernos vuelto populares”

Reconocen también que “después de más de 10 años para un disco, nos debíamos más música” y que “no queríamos hablar de esto cuando salió The Death Of Randy Fitzsimmons, pero algunas de estas canciones ya existían”. Admiten que “medio sabíamos que podía venir otro álbum, pero no queríamos arruinar el anterior” y por eso “lo mantuvimos en secreto”. Hoy sienten que “estamos en un gran lugar”, sobre todo porque “nunca tuvimos ‘momentum’ en nuestra carrera” y que todo siempre fue “hacer disco, girar tres años, olvidarte de quién sos por un año, empezar de nuevo”. Ahora quieren probar otra dinámica: “estamos experimentando con el momentum, veremos si funciona para catapultarnos a los estadios o lo que sea”, incluso desde el inicio del proceso creativo: “en la etapa de planificación pensamos ‘Arena Hives – ¿cómo sería eso?’”. La experiencia de girar con “The Rolling Stones y AC/DC y esas cosas” cambió su percepción, porque “nunca pensamos que realmente nos gustaba lo de las arenas y estadios, pero resulta que es bastante divertido”.

Con esa idea en mente, decidieron que “básicamente tratamos de hacer un álbum de 12 singles”, donde “empezás el disco y cada canción es muy distinta: hay baladas soul, synth pop… pero cuando terminás todo suena a The Hives”. Todavía sienten la cercanía del proceso: “lo terminamos hace poco, así que estoy demasiado cerca para saber, pero se siente como el hermano mayor de The Death Of Randy Fitzsimmons. Y aunque “pensamos que iba a ser más pulido”, el resultado “sigue siendo raw as fuck, bastante bad-ass”. La grabación empezó con “Pelle Gunnerfeldt, con quien trabajamos hace 25 años desde el primer disco”, porque “es increíble y el mejor en Suecia para grabar a toda la banda al mismo tiempo”. Esa familiaridad también tenía un límite: “grabamos con él y era una situación tan conocida que casi era imposible emocionarse por algo que no fueran las canciones”. Y ahí entró Mike D: “lo metimos en la mezcla porque cuando crecíamos no había nada más cool que los Beastie Boys”.

A la vez dieron detalles sobre su relación como banda: Somos muy buenos amigos, pero también necesitás poner un poco de distancia de vez en cuando”, y que “vivimos bastante lejos unos de otros y eso ayuda”. Su dinámica siempre fue clara: “nos tomamos descansos, pero siempre estuvimos de acuerdo en que íbamos a seguir tocando en directo”, ya que “nos gusta hacer conciertos, incluso cuando nos odiamos entre nosotros, nos gusta tocar en directo”, porque “si hacés conciertos, seguís siendo una banda, es lo que la mantiene unida”. Lo comparan con un matrimonio: “¿cómo se mantiene unido? Pues no divorciándote”, algo que “no significa que la estés pasando bien todo el tiempo, solo significa que no te divorciaste”. Mantener la diversión es otro camino: “no estoy seguro del cómo, pero lo hemos sabido hacer”.

Su filosofía de show siempre fue directa: “siempre pensamos que nosotros éramos el espectáculo”, que lo que querían era “encender los amplis, subir el volumen y rockear”. Reniegan de los conciertos que “acaban pareciendo Eurovisión con tanta luz, y eso para mí no es rock”, sobre todo después de girar con “AC/DC o The Rolling Stones, y esas sí son bandas de rock”. Esa estética hipercoreografiada “es Eurovisión, una coreografía”, mientras que ellos prefieren “un concierto de rock salvaje y que el técnico de luces tenga que seguirnos el ritmo”, sin planificar: “nosotros vamos a hacer lo que queramos y él que se las arregle”, porque “no voy a planear dónde voya a estar cuando pase tal cosa”, y tampoco quieren pirotecnia: “parece que estás distrayendo a la gente de lo que importa de verdad”.

Respecto a sus inicios expresaron que “lo que más recordás normalmente son las primeras veces que tocás”. Hablan también de la importancia del personaje en escena: “sonás mejor, tenés que estar metido en tu personaje para hacerlo bien”, porque “es como ponerse la pintura de guerra, como cuando Iron Man se pone la armadura”, ya que “ayuda a meterte en el papel, sentís que de verdad está ocurriendo algo importante”, y por eso “decidimos que nunca íbamos a actuar sin nuestros trajes”.

También recuerdan con cariño otras conexiones, com ocuando Joe Strummer de The Clash les dijo que habían salvado al rock ‘n’ roll y como cuando Keith Richards los presentó en entrevistas y en su libro como los sucesores naturales de los Rolling Stones. “fue muy guau, algo muy lindo, porque además yo era un gran fan suyo”, dijo sobre las palabras de Joe mientras que sobre lo de Keith finalizó “Nos lo dijo en persona, pero en algunas entrevistas también, incluso en su libro. No sé si tiene razón, tendremos que seguir otros 40 años para saberlo, pero me siento muy halagado. Tenemos que seguir, confío más en él que en mí mismo, debe estar en lo cierto, ¡es Keith Richards!”.

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