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Otoboke Beaver en Argentina: el estallido punk japonés que enamora al mundo

Elegidas por bandas como los Red Hot, Foo Fighters y Oasis, las japonesas llegan por primera vez al país para consolidar su poder internacional.

Jueves, 06 de noviembre de 2025 a las 15 06

Por Cristopher Martínez

Jueves, 06 de noviembre de 2025 a las 15:06

La poderosa banda de punk japonesa, Otoboke Beaver, se presentará hoy junto a la también enérgica banda nacional Las Tussi para darnos un impresionante show a Argentina que tendrá lugar en Niceto Club (entradas en este enlace) y demostrarle al público argentino de qué están hechas.

Los primeros pasos de Otoboke Beaver en la música se dieron en Kioto, Japón, en el año 2009, cuando Accorinrin, Yoyoyoshie, Hirochan y Kahokiss unieron su talento para desatar una poderosa energía punk en las calles de su ciudad.

Con un sonido tan impredecible y ferozmente crudo como el de bandas notables como CHAI y Haru Nemuri, el cuarteto femenino se adentra en la esencia del movimiento Riot Grrrl. Su música es una mezcla explosiva de punk, garage rock y hardcore con una actitud irreverente única.

Ascenso Internacional y Giras Triunfales

En 2015, tras el lanzamiento de "Okoshiyasu!!" (un compilatorio de sus dos primeros miniálbumes), la banda inició una gira por Reino Unido, ganando rápidamente una base de fans en Europa.

Al año siguiente, el cuarteto de Kioto emprendió un nuevo tour financiado con éxito por sus seguidores a través de plataformas de crowdfunding. Este esfuerzo, tanto de ellas como de su creciente público, comenzó a dar sus frutos: la primera invitación de Otoboke Beaver al reconocido festival Coachella en Estados Unidos.

Su presencia en el continente europeo se consolidó en 2020 con otra gira, justo antes del inicio de la pandemia, para luego regresar a Europa y Estados Unidos en los años posteriores, afianzando su estatus global.

El renombre de las artistas japonesas se disparó con noticias de gran calibre. Red Hot Chili Peppers y Green Day las invitaron a ser sus teloneras. Posteriormente, tocaron como apertura para los legendarios Foo Fighters. Finalmente, este mismo año, fueron el acto de apertura en el esperado regreso de Oasis en Japón.

La llegada de Otoboke Beaver a nuestro país marca un desafío inaugural en esta región y, sin duda, un antes y un despúes en su carrera a nivel mundial. La pregunta es inevitable: ¿Cómo será la locura punk japonesa de Otoboke Beaver cuando choque con la energía única de nuestro público? Hoy lo descubriremos.

Desde sus inicios, el grupo entendió la música como un territorio de libertad. “No somos punk”, afirma Pop, bajista de la banda. “No nos importa el género. Solo hacemos lo que queremos.

Queremos tocar en todos los lugares posibles”, declara la cantante Accorinrin. “Queremos que la gente escuche nuestra música en todo el mundo.” Aunque este es su deseo, su arte se mantiene auténtico al 100%. “No me interesan las letras generales o abstractas”, explica Accorinrin. “Quiero cantar lo que realmente siento.

Su propuesta escénica se define mejor con la experiencia en vivo. Cuando se le preguntó a Accorinrin, cantante y líder del grupo, por qué eligieron el punk como lenguaje artístico, respondió con firmeza: “No puedo explicarlo acá, así que por favor vean nuestro show en vivo.

Esa honestidad también puede verse en su actitud. “No me interesa lo 'cool' ni lo 'lindo'”, afirma Pop. “Quiero hacer algo extraño, algo que la gente no espere.” Esa búsqueda de lo inesperado les ha valido admiración y sorpresa entre el público que las conoce. “A veces nos dicen que nuestra música es 'demasiado'”, reconoce Pop. “Pero eso está bien. Significa que es fuerte.

El vínculo con su audiencia también está marcado por la diferencia cultural. “En Japón, la gente intenta leer el ambiente”, reflexiona Pop. “En Reino Unido, la gente nos dice lo que piensa. Eso se siente bien.” Ese contraste refuerza el carácter universal de la banda, que conecta sin importar el idioma o el contexto.

La experiencia en vivo es su verdadera zona de confort. “Cuando estamos en el escenario, me olvido de todo lo demás”, dice la baterista Hirochan. “Es como un trance.” Y aunque suenen furiosas, las emociones que las impulsan tienen una raíz lúdica. “Gritamos no porque estemos enojadas, sino porque lo disfrutamos”, revela Accorinrin. “Es divertido para nosotras.

 “Al principio no sabía tocar la guitarra, pero me gustaba tanto… todavía sigo aprendiendo.” aseguró su lídeer y “Nunca queremos repetirnos”, concluye. “Si nos aburrimos nosotras, el público también se va a aburrir.

Con espíritu internacional, Accorinrin resume su visión artística: “Quiero que escuchen nuestra música no solo en Japón sino en todo el mundo. Quiero interpretarla sin que nos atrape un género.” Por su parte, Hirochan, baterista, se permite un deseo más simple: “Quiero que Otoboke Beaver esté del lado divertido.

El diálogo con el público extranjero es otra clave para Otoboke Beaver: “Espero que el público se quede con la imagen de unas chicas que tienen un lado un poco oscuro en Japón.”, expresa Yoyoyoshie.

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