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Reseña Wolf Alice - "The Clearing": caminar sobre las nubes, con todo lo que eso implica

El nuevo trabajo de una de las bandas británicas más aclamadas de los últimos años ya llegó a las plataformas con una búsqueda diferente.

Viernes, 22 de agosto de 2025 a las 14 50

Por Cristopher Martínez

Viernes, 22 de agosto de 2025 a las 14:50

Desde su aparición, Wolf Alice se caracterizó por buscar siempre ser diferentes, superarse y rozar la perfección en su sonido. Probablemente sea una de las pocas bandas con una aprobación casi universal, incluso desde su disco debut. Mantener esa línea es un desafío enorme y una presión difícil de sostener, pero no hay que olvidar que estamos ante un grupo perfeccionista por naturaleza.

"The Clearing" tiene un objetivo claro: ser vulnerable, ecléctico y memorable. Como en todo viaje hacia un nuevo camino, hay cosas que deben dejarse atrás para dar lugar a lo desconocido. En este caso, Wolf Alice abandona los riffs poderosos de guitarra, las atmósferas oscuras y la crudeza de su sonido para abrazar la sofisticación. Guste o no, era un paso necesario.

Para quienes consideramos que "Blue Weekend" es su mejor disco, este cambio puede sentirse brusco. Sin embargo, si hay algo que caracterizó a Wolf Alice en más de 10 años de carrera fue mantener la creatividad en un nivel altísimo. Y en este nuevo álbum esa chispa aparece en casi todas las canciones.

El disco transmite la sensación de estar en el cielo: dejarse llevar por el viento, atravesar tormentas intensas y ver el sol ascender como algo etéreo. Al mismo tiempo, genera la impresión de que falta una base sólida donde apoyarse y sentirse seguro. Es como navegar sobre una nube, con todo lo bueno y lo incierto que eso implica.

"Play It Out" probablemente sea una de sus baladas más hermosas, con un final que roza la perfección musical. "Midnight Song", con su ritmo galopante, es una épica epopeya nocturna entre montañas oscuras. "Bread Butter Tea Sugar" se muestra optimista, con un aire a Queen que hace suspirar. "Just Two Girls" brilla por su simpleza y se vuelve rápidamente contagiosa, con Ellie Rowsell mostrando una interpretación desbordante de emoción. "White Horses" es enérgica y Ellie la corona con un grito nórdico espectacular. ¿Y qué decir de "Bloom Baby Bloom"? Lo tiene todo: agresividad, belleza, intensidad y, sobre todo, una clase magistral de cómo cantar con todos los matices posibles.

Con este disco, Wolf Alice resigna pero también gana. Obtiene lo que busca y, aunque su sonido se percibe más pulido, aún transmite agresividad en sus letras, en los pianos y en el atrevimiento de cambiar ritmos y ángulos vocales. Es evidente que los británicos invitan al oyente a descubrir “el claro” junto a ellos, y el resultado es exactamente el esperado.

⭐ 9/10

 

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