El grupo francés Carrefour analiza por estas semanas cómo continuará su operación en la Argentina.
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Aunque el plan de venta sigue en pie, el esquema original de una salida total parece haberse diluido.
Y es que la compañía se inclina ahora por desprenderse de sus hipermercados y formato Maxi, pero mantener presencia en los locales de cercanía bajo la marca Express, muchos de ellos operados por franquicias.
Cambio de planes: Carrefour no se va del todo y redefine su estrategia en Argentina
En la casa matriz de Massy, Francia, el director ejecutivo Alexandre Bompard revisa junto a su equipo las siete ofertas recibidas por el Deutsche Bank, el asesor financiero designado para el proceso.
Las propuestas, que oscilan entre 900 y 1.000 millones de dólares, provienen tanto de grupos del sector como de fondos de inversión interesados en poner un pie en el negocio local.
Entre los nombres que aparecen en carrera figuran Coto, Cencosud (Jumbo), Francisco de Narváez (GDN), el fondo Klaff Realty, Sophia Capital, Newsan y el holding peruano Intercorp.
Actualmente, Carrefour emplea a más de 17.000 trabajadores en el país y cuenta con más de 700 sucursales entre hipermercados, Market, Maxi y Express.
De estas, unas 460 tiendas Express representan el formato de proximidad que la cadena busca potenciar.
En medio de las negociaciones, la empresa sorprendió con movimientos que parecen ir a contramano de una retirada: compró la cadena Super A (con 20 autoservicios en Mendoza y alrededores) y abrió una nueva sucursal en Neuquén, en plena zona de Vaca Muerta.
Además, lanzó una tarjeta prepaga virtual propia, emitida por el Banco de Servicios Financieros y bajo la red Mastercard, que permite comprar en todos los locales del grupo.
Las decisiones finales se esperan entre fines de octubre y mediados de noviembre, cuando la casa matriz defina qué propuesta avanzar y qué participación retendrá en cada formato.