Durante la investidura de Rodrigo Paz como presidente de Bolivia, se produjo un momento que captó la atención de los medios y analistas políticos: el presidente chileno, Gabriel Boric, no se puso de pie para saludar al argentino, Javier Milei, quien llegó a la ceremonia acompañado de otros líderes latinoamericanos.
En un video que se volvió viral, se observa a Boric permaneciendo sentado mientras otros mandatarios, incluyendo a los presidentes de Uruguay, Ecuador y Paraguay, se levantaron para recibir a Milei con apretones de manos y abrazos. Este gesto, que podría parecer menor, simboliza las tensiones entre ambos líderes que han estado presentes desde antes de la llegada de Milei a la Casa Rosada.
El gesto de Boric al no levantarse para saludar a Milei puede pasar como una falta de camaradería personal, pero en realidad simboliza las profundas divisiones políticas y diplomáticas entre Chile y Argentina en la actualidad. A medida que ambos países se enfrentan a desafíos internos y externos, la forma en que sus líderes se relacionan puede tener implicaciones significativas para la cooperación regional en el futuro.
Antecedentes de la tensión
La relación entre Boric y Milei ha estado marcada por desencuentros y declaraciones polémicas. Durante la campaña electoral, Milei hizo comentarios despectivos sobre Boric, sugiriendo que los chilenos deberían deshacerse de lo que él denominó "el empobrecedor de Boric". Aunque tras su elección, Boric felicitó a Milei a través de las redes sociales, la cordialidad parece haber sido superficial.
Uno de los episodios más significativos ocurrió en diciembre, cuando el ministro de Economía de Milei, Luis Caputo, calificó al gobierno chileno como dirigido por un "comunista". Esto llevó a la Cancillería chilena a presentar una nota de protesta, evidenciando la fricción entre ambos países.
En medio de estas tensiones, Boric optó por una postura más institucional, evitando caer en el mismo tipo de retórica que caracteriza a Milei. En una declaración reciente, Boric afirmó que, aunque los presidentes pasan, las instituciones y los pueblos perduran, eligiendo no responder a los insultos del presidente argentino.
El saludo frío en la asunción de Paz se produce en un contexto delicado, ya que Boric se encuentra en la recta final de su mandato y a pocos días de las elecciones presidenciales en Chile. La figura de Milei ha sido utilizada por algunos sectores de la derecha chilena, como José Antonio Kast, como modelo a seguir, lo que añade una capa adicional de complejidad a las relaciones bilaterales.
