|

Amenazas y balas: el precio de romper con La Libertad Avanza

El caso de Del Curto expone con crudeza el costo de disentir en un clima político cada vez más tenso, donde salirse de la línea oficial no solo trae consecuencias partidarias, sino también personales.

Viernes, 16 de mayo de 2025 a las 18 23

Por Redacción

Viernes, 16 de mayo de 2025 a las 18:23

La política argentina suma un nuevo episodio de intimidación. Esta vez, el blanco fue el concejal de Berisso, Daniel Del Curto, quien denunció haber sido amenazado tras abandonar el espacio de La Libertad Avanza. La ruptura con el partido de Javier Milei no solo lo marginó políticamente: también puso en riesgo su seguridad y la de su familia.

Del Curto, electo por las filas libertarias, se alejó del oficialismo en febrero y recientemente formalizó su incorporación al bloque Unión Renovación y Fe (URF), una escisión de dirigentes libertarios que se distanciaron de la línea dura del gobierno. A poco de confirmar su pase, comenzaron las represalias.

Según su denuncia, recibió llamadas anónimas con frases intimidatorias como “Traidor, traicionaste a Milei, la vas a pagar”. Pero el episodio más grave ocurrió cuando encontró un sobre con cuatro balas en el parabrisas de su auto. “En casa estamos mi esposa, mis dos hijas menores y yo. ¿Qué se supone que debo interpretar? Es una amenaza directa a mi familia”, declaró el concejal en la Comisaría Tercera de Berisso. La causa quedó en manos de la fiscal Virginia Bravo, de la UFIJ N°7.

Este hecho no se da en el vacío. Del Curto fue uno de los protagonistas del lanzamiento del nuevo espacio político URF, liderado por Carlos Kikuchi —ex armador libertario y actual crítico del rumbo del gobierno nacional—. El acto de presentación se realizó recientemente en La Plata con un claro mensaje de diferenciación, no solo de Milei, sino también del kirchnerismo.

Entre los asistentes estuvieron el diputado Fabián Luayza, Gustavo Cuervo, Sergio Vargas, Juan Del Oso y legisladores provinciales como Paola Ventura, Martín Rozas, Viviana Romano, Salomé Jalil Toledo y Blanca Alessi. El tono del encuentro fue claro: construir un espacio que se desmarque de los extremos y devuelva institucionalidad a la política.

Sin embargo, los métodos de algunos sectores libertarios parecen estar más cerca de la intimidación que del debate. El caso de Del Curto expone con crudeza el costo de disentir en un clima político cada vez más tenso, donde salirse de la línea oficial no solo trae consecuencias partidarias, sino también personales. Y deja una pregunta abierta: ¿qué democracia es posible si la violencia se convierte en respuesta política?

Las más leídas

Las más leídas

Las más leídas

Últimas noticias