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El país real le da la espalda a Milei

En Santa Fe y Formosa, La Libertad Avanza quedó relegada por peleas internas, falta de estructura y una estrategia que no prende en los territorios. El ajuste y el show mediático no alcanzan para ganar elecciones.

Lunes, 30 de junio de 2025 a las 10 00

Anoche se cumplió un nuevo capítulo en el calendario electoral argentino, con elecciones legislativas en Santa Fe y Formosa, y más de tres millones de personas habilitadas para votar. Los resultados reflejan un escenario político complejo, pero también dejan al descubierto la pésima estrategia nacional del gobierno de Javier Milei.

Como viene sucediendo en cada comicio provincial, desde la Ciudad de Buenos Aires se intenta leer lo que ocurre como si fuera un ensayo general para las presidenciales. Sin embargo, los datos reales muestran algo que en los estudios de TV porteños cuesta asumir: la única fuerza que no tuvo nada que festejar fue La Libertad Avanza. Mientras el peronismo y el radicalismo celebraban distintos triunfos, los libertarios quedaron atrapados entre internas destructivas y un mensaje que ya no interpela ni siquiera como catarsis.

En Formosa, el Partido Justicialista arrasó con un 67,24% de los votos, de la mano del eterno Gildo Insfrán. La lista libertaria, por su parte, cayó al tercer lugar con apenas un 10,29%. La implosión de La Libertad Avanza en la provincia tuvo como protagonista a Francisco Paoltroni, senador nacional y ex aliado de Milei, que encabezó el sublema más votado del Frente Amplio Formoseño, la fuerza que quedó segunda. El espectáculo fue el mismo que ya vimos en otras provincias: fragmentación, peleas públicas y ausencia de estructura territorial. El resultado es la irrelevancia.

En Santa Fe, el peronismo recuperó terreno con un hecho simbólicamente potente: después de más de dos décadas, volvió a ganar una elección en Rosario. Juan Monteverde, del espacio Ciudad Futura, fue la figura destacada del día. “Hoy el pueblo de Rosario le ganó al intendente, le ganó al gobernador y le ganó al presidente”, afirmó con fuerza durante los festejos. Una frase que resuena más allá de la provincia y que expresa un hartazgo con las recetas de ajuste, desprecio y violencia que encarna el oficialismo nacional.

Pero también hubo festejo del lado del radicalismo. El gobernador Maximiliano Pullaro celebró la victoria de Unidos en 266 de las 365 localidades de la provincia. “Más del 80% de los santafesinos tendrán gobiernos locales de nuestra coalición, consolidando un proyecto de gestión que avanza con orden, trabajo y resultados”, afirmó.

En síntesis, mientras los oficialismos provinciales se fortalecen o renuevan, La Libertad Avanza muestra sus límites. La incapacidad para construir una fuerza política real, el desprecio por los territorios y la dependencia absoluta del show porteño están comenzando a pasar factura. La estrategia de poner toda la apuesta en el insulto y la polarización mediática no resuelve ni los problemas del país ni los propios.

A eso se suma un dato preocupante y repetido: la baja participación electoral. En Formosa fue del 65,8%, pero en Santa Fe apenas alcanzó el 46,47%. El propio Pullaro advirtió: “La política debe estar a la altura del desafío y seguir convocando”. Y en eso, el mileísmo también falla: más allá del ruido en redes, cada vez convoca menos en las urnas.

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