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Macri declara la guerra interna: acusa de traidores a los que se acercan a Milei

Miércoles, 23 de abril de 2025 a las 23 31

Por Daniel Santu

Periodista, director Data Diario La Plata

Miércoles, 23 de abril de 2025 a las 23:31

Mauricio Macri se plantó en Mar del Plata y lanzó un ataque frontal contra los dirigentes de su propio espacio que comenzaron a alinearse con La Libertad Avanza. "Los que tenían precio, ya los compraron", sentenció con dureza el expresidente, dejando en claro que para él no hay medias tintas: o se está con él, o se está del otro lado.

Lejos de buscar una tregua, Macri aprovechó su paso por la ciudad balnearia para encabezar una reunión con dirigentes del PRO en la que no escatimó en críticas. El eje de su mensaje fue claro: repudia el acercamiento de sectores del partido al universo libertario liderado por Javier Milei, un vínculo que crece sin su consentimiento y que, según advierte, debilita las chances de un frente ordenado y con reglas claras.

“Lo que hay que entender es que no se puede construir un proyecto de país con oportunistas que cambian de bandera por conveniencia. Acá hay valores, no precios”, arremetió. La frase no sólo fue un tiro por elevación a los que ya se cruzaron de vereda, sino también una advertencia directa a figuras como Diego Santilli y Cristian Ritondo, señalados por mantener contactos frecuentes con Karina Milei y Sebastián Pareja, los operadores políticos del oficialismo libertario en Buenos Aires.

La arremetida de Macri también apuntó a Javier Milei, a quien insiste en arrastrar a un acuerdo político estructural entre partidos. Pero del otro lado no hay señales de negociación: La Libertad Avanza sólo contempla sumar nombres, no estructuras ni acuerdos institucionales. Para ellos, el PRO debe subordinarse por completo o quedar al margen.

La escena fue supervisada por Guillermo Montenegro, intendente local y uno de los que busca tender puentes con el oficialismo nacional, aunque sin perder la línea partidaria. Pero el mensaje de Macri fue claro: cualquier movimiento fuera de su órbita será leído como una traición.

En un año electoral caliente, Macri ya no oculta que la batalla no es sólo contra el kirchnerismo ni contra el caos económico: también es interna, y está dispuesto a darla. Con nombres propios, con señalamientos públicos, y con la mirada puesta en depurar su tropa antes de que sea demasiado tarde.

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