El gobernador de la provincia de Buenos Aires, brindó una entrevista este miércoles, en las vísperas de la Navidad, en donde apuntó contra la situación económica que atraviesa la población debido al ajuste que implementó el Gobierno de Javier Milei.
En primer lugar, el mandatario provincial destacó su intensa agenda en el último tramo del año: "Estuvimos entregando viviendas, estuvimos con el sector nuclear, que está muy preocupado por el proceso de las privatizaciones, estuvimos entregando una colección de 100.000 libros, con Claudia Sheinbaun la presidenta de México, para toda América Latina, en Mar Chiquita lanzando el Operativo Sol, en Luján recorriendo las obras en el Río Luján".
La dureza con la que está pegando la política económica y el ajuste de Milei, algunos esperaban que después del salvataje norteamericano, vaya mejor, pero está la sociedad viviendo momentos muy dramáticos en términos de laburo, de poder adquisitivo, de endeudamiento, la verdad muy dramáticos. La gente tiene muchas angustias y dificultades", sentenció.
"En medio de todo esto, Miei está desfinanciando a las provincias, intentando destruir los estados municipales y nosotros con este esfuerzo de seguir construyendo viviendas, obras públicas, entregamos la ambulancia 422, inauguramos una nueva escuela, es como una realidad que tiene todos estos matices", agregó.
En este contexto, el gobernador planteó: “Es imperioso plantarse ante el Gobierno, resistir y al mismo tiempo construir una alternativa para la Argentina” al cuestionar con dureza, la política económica nacional, a la que definió como “improvisada, dependiente del Fondo Monetario Internacional y funcional a los acreedores externos”.
En ese sentido, Kicillof sostuvo que Milei “cambió decenas de veces la política económica” y que hoy aplica “el ajuste de siempre”. Enumeró reducción de salarios, licuación de jubilaciones, recorte a las provincias y freno total a la obra pública. “No hay sector económico al que le esté yendo bien en la provincia de Buenos Aires. La industria está en una crisis gravísima”, advirtió.
Además apuntó contra la política cambiaria y citó datos difundidos en medios nacionales. “Por cada turista que entra a la Argentina, se van dos. Eso no es éxito económico, es atraso cambiario y destrucción del mercado interno”, remarcó.
Asimismo destacó que en hospitales públicos bonaerenses la cantidad de pacientes se cuadruplicó porque “la gente ya no puede pagar remedios ni consultas privadas”. Lo mismo ocurre, dijo, en las escuelas públicas, que reciben a familias que abandonan el sistema privado por falta de ingresos.
“El ajuste no desaparece, se traslada. Cuando el Gobierno nacional se retira, el Estado provincial y los municipios son los que bancan la parada”, remarcó. Y subrayó que más de dos millones y medio de chicos comen todos los días en escuelas bonaerenses y denunció que estas situaciones “se ocultan, como siempre que gobierna la derecha”.
También se refirió al lanzamiento realizado esta semana para construir una alternativa nacional. “No es una candidatura ni una campaña larga, es una construcción política para ofrecer otro camino distinto al de Milei”, explicó. Aclaró que el espacio busca convocar a sectores más amplios que el peronismo, con eje en el federalismo, la producción, la soberanía y la educación pública.
Acerca del escenario en el Congreso afirmó que el oficialismo empieza a chocar con límites. “Ya no todos están dispuestos a votar leyes que ajustan a universidades, personas con discapacidad o trabajadores. La reforma laboral que presentan es precarización, no modernización”, sentenció.
Sobre el final remarcó: “El mayor enemigo que tenemos es la resignación. Quieren convencer a la sociedad de que este ajuste es inevitable. No lo es. Hay otro camino y hay que empezar a construirlo ahora”, concluyó.